Envases alternativos para entregar pedidos de comida a domicilio

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22 Enero 2021 Carolina Ocaranza - Expansión

Los retos continúan para el sector restaurantero. A partir del 1 de enero de 2021 los plásticos de un solo uso quedan prohibidos, conoce la mejor alternativa para ti. 

Los negocios de comida sabían que la prohibición de plásticos de un solo uso se convertiría en una realidad en el 2021, sin embargo, no contemplaban que la pandemia por coronavirus cambiaría su modelo de negocio de una manera radical.

Las acciones para adaptarse al nuevo contexto han sido numerosas: conforme las ventas a domicilio incrementaron, a la par cerraron las puertas de sus locales debido al semáforo rojo. Para muchos fue necesario afiliarse a empresas de delivery para salir adelante e intentar continuar teniendo ventas. Incluso, considerar en su presupuesto la implementación de nuevas campañas de marketing y el uso de redes sociales.

Ahora, ante el reto de eliminar los plásticos de un solo uso, lo importante es que los dueños de los restaurantes encuentren las mejores opciones para continuar con sus labores y que tengan un abanico amplio de posibles materiales, así como bolsas, charolas, envases para fast food, vasos, cubiertos, cajas take away, popotes, conos de papel y ensaladeras, entre otros.

De acuerdo a la Secretaría del Medio Ambiente, desde el primer día de 2021: “Queda prohibida la comercialización, distribución y entrega de tenedores, cuchillos, cucharas, palitos mezcladores, platos, popotes, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos, vasos y sus tapas, charolas para transportar alimentos, aplicadores de tampones fabricados total o parcialmente de plásticos, diseñados para su desecho después de un solo uso, excepto los que sean compostables”. Las sanciones para quienes incumplan con los dispuesto en la ley, van desde los 42,000 a los 170,000 pesos.

En entrevista con Alexander Torres Rodríguez, gerente de sostenibilidad para la Región Norte de Carvajal Empaques –empresa multinacional especializada en el diseño, producción y distribución de soluciones de envasados sostenibles– explicó: “El aumento a nivel de costos de producción al utilizar una bioresina, una pulpa o un PLA es de dos a tres veces más, dependiendo del producto. Al restaurantero le llega más caro porque el precio que paga incluye los gastos de distribución y almacenaje, ya que el material compostable debe estar alejado del calor y la humedad para mantenerlo en buenas condiciones”. 

Objetos biodegradables y compostables

Poniendo bajo la lupa el concepto compostable, incluido en Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México, hace referencia a que cualquier contenedor, cuchara, popote o producto de un solo uso que sea entregado por los establecimientos comerciales debe ser susceptible de biodegradarse por lo menos al 90%, en un periodo de seis meses.

El compost es un procedimiento controlado en donde se acelera el proceso de descomposición biológica, gracias a diversos factores. De tal manera que, un producto al ser compostable reduce las emisiones de CO2 al medio ambiente y también disminuye la utilización de materias primas.

Ahora bien, recordemos que un producto biodegradable tiene sustancias que pueden descomponerse en ambientes naturales debido a la acción de plantas, animales, microorganismos y hongos. Es importante tener en cuenta que un material compostable es biodegradable, pero un producto biodegradable no necesariamente es compostable.

El gerente de sostenibilidad de Carvajal Empaques, comentó: “Nuestra línea biodegradable fue diseñada para que, en cuanto esté en contacto con la humedad del suelo, el calor del sol y la luz solar, el material reaccione y empiece a biodegradarse. Respecto a la línea compostable, se necesita que haya una composta, es decir, temperaturas termofílicas altas, humedad y ciertas bacterias”.

Opciones amigables

El camino por recorrer respecto al uso de empaques para transportar alimentos aún es muy largo, tanto para los consumidores como los negocios. Pero sin duda alguna existen diversas opciones que están siendo utilizadas, como el plástico ecológico que surge del ácido poliláctico (PLA), derivado de materias primas naturales y renovables.

Los bioplásticos son degradados biológicamente, generando un nulo impacto ambiental negativo, a diferencia de los plásticos convencionales, gracias a su uso del almidón de maíz, bagazo de caña de azúcar, de trigo, entre otras.

Carvajal Empaques está incorporando bioresinas en sus procesos de elaboración de vasos, tapas, platos y cubiertos (tenedores, cucharas y cuchillos), pero se enfrentan a un problema importante, los altos costos de producción. Alexander Torres indicó, “La línea Bioform es recomendable para ser utilizada por el sector restaurantero, al ser compostable. En el mes de febrero esperamos ofrecer vasos y tapas de PLA, para ser utilizados en bebidas frías; ya que para las bebidas calientes tenemos los vasos de cartón. Asimismo, en nuestra producción siempre cuidamos de la relación sostenibilidad, calidad y precio”.

El plástico, una falsa sensación de seguridad

Con la llegada de la pandemia por coronavirus y el aumento de los casos de contagios en México; el incremento de empaques de plástico aumentó notablemente. Seguro que en una visita a comprar despensa observaste que cada pieza de pan estaba empacada en una bolsita (por seguridad ante el virus).

Erróneamente, durante los últimos meses nos sentimos más seguros cuando en un restaurante nos ofrecen salsas y complementos en mini contenedores de plástico y los cubiertos dentro de una bolsa –también de plástico–. Por ejemplo, en las pizzerías, marisquerías o taquerías, era común que hubiera más de una variedad de alguna salsa embotellada o servida en algún recipiente (mismas que un comensal tras otro manipulaba sin problema). Ahora te ponen el producto en contenedores desechables, mismos que son enviados a la basura en cuanto el cliente termina de comer.

No hay prórroga

Independientemente a la inestabilidad global por la pandemia que enfrentamos, el gobierno de la Ciudad de México no dio marcha atrás a la entrada el vigor de la nueva etapa de prohibición de plásticos de un solo uso, aludiendo a que el plástico no es una solución para disminuir la propagación del virus.

Entre las múltiples preguntas que ha respondido la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto a la pandemia por coronavirus, la institución asegura que el virus de la COVID-19 puede sobrevivir hasta 72 horas en superficies de plástico y menos de 24 horas en superficies de cartón. De tal modo que los restauranteros pueden intentar encontrar otras formas de manejar la cubertería para brindar el servicio a sus clientes, por ejemplo, los cucuruchos de papel o el cuidado de los meseros al entregarlos en cada servicio.

Adicionalmente, respecto al servicio a domicilio que ofrecen los restaurantes, Greenpeace México propone que una buena manera de reducir el uso de empaques plásticos es incentivar a sus consumidores con descuentos o algún producto extra, para que lleven sus propios recipientes y el personal del local se encargue de servirles la comida, una iniciativa que puede ser muy llamativa para el servicio de take away. 

Realizando pequeñas acciones todos ganamos. Alexander Torres puntualizó: “Los pequeños negocios pueden escribir a nuestras redes sociales para orientarlos y ofrecerles soluciones funcionales adecuadas a sus necesidades y a la legislación del lugar en donde operan”.

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