Acuerdos: los viejos decretos

2020-05-21 Víctor F. Ramírez Cabrera, Vocero de la Plataforma México Clima y Energía
Acuerdos, los viejos decretos

Una característica del actual presidente cuando fue jefe de gobierno de la Ciudad de México es que gobernó a decretazos. Simular que la ley no cambiaba, pero con decretos darle la vuelta. Eso lo llevó a varios encontronazos con el poder judicial.

¿Qué ha sucedido en los últimos días con el sector energético? Sobretodo renovables.

Primero, un acuerdo para dejar de hacer pruebas a plantas de renovables, mal justificado, como dicen los abogados, “mal motivado y fundado”, y que ni siquiera se atrevió a defender el director del CENACE.

Después vino el acuerdo de SENER, que intentaron primero pasar directamente al Diario Oficial de la Federación, y que días después debieron meter por CONAMER, forzando la salida de su Comisionado Presidente.

Creo que hay necesidad de hacer un análisis no sólo del acuerdo, sino de las entrevistas que ha hecho la Secretaria de Energía después del mismo.

Hay que iniciar por decir que el documento de acuerdo no es uno, sino son varios documentos en uno. Eso significa que hay una serie de medidas que quisieron imponer en general al sector eléctrico y todo lo hacen mediante la herramienta del Acuerdo de Confiabilidad.

Ahora, el hecho de que algunas de estas cosas sean contrarias a la ley y a la Constitución, significa que tienen consideraciones legales que no se atreven a proponer en el Congreso de la Unión, tal vez por la promesa del Presidente de no modificar la ley por la imposibilidad de modificar la Constitución.

Por otro lado, muchos técnicos han revisado el acuerdo y parecen decir “no está mal”.

Sin embargo, aunque hubiera partes normativas que parecen ir en conjunto con la evolución normal del sistema, hay otras partes muy preocupantes, hay detalles que deben ser aclarados y decir cuáles son los riesgos.

Los riesgos del acuerdo son simples y son cuatro:

Primero, elimina el orden de despacho económico para dar preferencia al despacho por confiabilidad, entendiendo que para este gobierno la confiabilidad es sólo mediante lo que sea fósil y plantas viejas y obsoletas de CFE y que le dan salida al combustóleo de PEMEX.

Segundo, busca “ordenar” los permisos de generación, incluyendo dar privilegios a proyectos que CFE considera prioritarios. Esto es completamente contrario a la Constitución, que ordena el libre mercado en generación y comercialización de energía.

Tercero, busca “espaciar” a los generadores “intermitentes”. Esto es un verdadero absurdo. La eficiencia de los sistemas eléctricos modernos busca aprovechar el potencial de un recurso. Limitar la instalación de aerogeneradores en zonas como Tamaulipas o Oaxaca significaría desperdiciar un recurso abundante y de buena calidad. ¿A cambio de qué? No lo sabemos, pero en realidad puede ser frenar la competencia a CFE.

Aquí es importante mencionar que el término “intermitentes” es la forma cotidiana de la actual SENER para referirse a las renovables, y que desde campaña hablaron del uso de combustóleo en el sistema eléctrico.

Cuarto, el acuerdo a pesar de emitir la política en una materia, invade espacios a la regulación. De hecho, la parte que normativamente parece no ser incorrecta o se origina en la evolución de una parte del sistema eléctrico, es en realidad una parte regulatoria que no debió estar en este documento, sino en disposiciones regulatorias de la CRE.

Ahora hay que conjuntar esto con las entrevistas que la Secretaria de Energía ha ido dando a medios de comunicación.

Primero, reconocen problemas por falta de transmisión y reconocen que CFE decidió no invertir en transmisión, a pesar de que tiene una tarifa de transmisión.

Segundo, mezclan a los contratos de autoabastecimiento legados con el mercado eléctrico, mantienen el mito de que los legados no pagan transmisión y aquí viene lo importante: lo mezclan con el mercado eléctrico para dejar en el imaginario colectivo que los privados no pagan transmisión. Una mentira generalizada para crear un mito genial.

La parte más importante es que esconden los beneficios del mercado, las subastas, la inversión de las herramientas que la reforma eléctrica genera a los ciudadanos.

Por ahí debemos pegar, por lo que no quieren que se sepa y se diga, porque saben que en el bien común es donde su proyecto flaquea.

Así es que salgamos a decir fuerte y claro #ElSolYElVientoEsDeTodos y dar la pelea en los tribunales, pues aunque la transición energética será más tarde o más temprano, no nos podemos permitir que nuestro sector se frene tanto como las ideas de los que lo quieren frenar.