CFE, generadora de ¿electores?

2020-07-20 Víctor F. Ramírez Cabrera, Plataforma México Clima y Energía
CFE generadora de electores
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La semana pasada, el diario español El País, publicó un artículo de Isabella Cota, donde hablaba del actual director y sus acciones que hacen actuar a CFE como un mecanismo de control político[1]. ¿Podemos ubicar las acciones recientes en ese contexto? Veamos:

Las compras de carbón anunciadas la semana pasada por sí mismas no significan incrementar el uso de carbón de parte del CFE. Semanas antes la empresa canceló un contrato con la empresa Altos Hornos de México (AHMSA) para la compra de carbón[2], que consistía en 14.7 millones de toneladas en tres años (2019-2021), unos 2.45 millones de toneladas semestrales.

La nueva compra parece reponer el contrato con AHMSA, que se dio en licitación pública, a diferencia de la nueva compra, que se realizó por contratos de adjudicación directa, con toda la discrecionalidad que eso permite. El comunicado habla de “precios justos”, término usado por el gobierno para habilitar el mecanismo de precios de garantía en la compra de granos.

Esto significaría que pagarán más por carbón mediante contratos que en licitación no serían competitivos, pero que se les dará a pequeños productores, lo cual permitirá mantener grupos de control político y electoral en la zona carbonífera.

Está decisión no sólo tiene una connotación política, sino también económica, ya que encarecerá el ya costoso proceso de generación eléctrica mediante este mineral.

Vayamos atrás: SENER y CFE han buscado mantener la operación de termoeléctricas para consumir el combustóleo de PEMEX que había perdido mercado y cuyo costo debía de bajar, pero lo que ha sucedido es que solo se mantiene o se incrementa (de 62 a 114 pesos/MMBtu[3]). El costo de generación por combustóleo tendrá la misma suerte que la generación por carbón. ¿Quién es el beneficiario de esto? PEMEX, que recibe un pago mayor por un producto sin mercado y devaluado.

¿Hay más? Sí. La actual dirección de CFE invierte en reactivar centrales eléctricas que deberían estar en el retiro, lo cual irá incrementando los costos operativos y de mantenimiento y por tanto los costos de generación. ¿Quienes son los beneficiarios? Los trabajadores sindicalizados que mantendrán en operación las plantas, a pesar de que es altamente probable que no entren en operación por su alto costo, pero que mantienen a grupos sindicales contentos y alineados con la dirección de la empresa.

¿Cuál será el beneficio de todo esto para la Nación, el SEN o el usuario final?

Ninguno, pero permite crear clientelas políticas con cargo a CFE, al usuario y al Estado mexicano, a través de subsidios o a una mezcla de estos.

Para esto sí hay dinero.

Al mismo tiempo se posponen licitaciones para la construcción de ciclos combinados que agregarían seguridad, flexibilidad y sustituirían a las termoeléctricas de combustóleo por equipos que funcionen con gas natural, los cuales generarían mucho menos contaminación. También cancelan una geotérmica que aportaría seguridad y energía limpia.

Para eso, no hay recursos.

Parece ser que el problema es que el presidente piensa sólo en dos cosas: regresar a los monopolios estatales y las elecciones de 2021; entonces alrededor de eso se centran las decisiones, los acuerdos y la narrativa.

En buena parte ahí radica la negativa a permitir la entrada de capital privado o a atacar cualquier forma de este: permitir la inversión de privados en competencia abierta disminuye la posibilidad de control político.

Eso explica también las amenazas de denuncias penales desde la presidencia, acompañadas del llamado al diálogo: amedrentar para negociar e intentar controlar.

Eso tendrá consecuencias que no fortalecerán a CFE en el largo plazo, sino que la postrarán ante intereses políticos distintos a sus objetivos legales y legítimos.

Por eso el alejamiento del gobierno mexicano y de la dirección de la CFE del marco legal vigente, y el uso de principios ajenos del marco legal vigente para compras. Porque el mercado está diseñado para un mercado eficiente, incompatible con el control político, que es el principal expertise del director general de CFE.

¿Qué hacer como ciudadanos y participantes del sector?

Curiosamente, un discurso bien articulado sobre las acciones de gobierno en materia eléctrica restaría votantes a su movimiento; porque las acciones de este gobierno encarecerán inevitablemente la electricidad, prolongarán la cara y contaminante generación de energía por fuentes fósiles y alejarán el empleo y el bienestar de los mexicanos.  Reconstruir y perfeccionar el camino virtuoso de la reforma eléctrica debe ser una de las bases del discurso de una oposición inteligente, que debe insistir en explicar para defender el mercado de electricidad que México necesita. Recordemos, que por el bien de todos, primero los pobres y un buen mercado conviene al consumidor final,  beneficia al usuario más pobre, evitando gastar en subsidios a energía que puede conseguirse más barata y dejar el subsidio para la salud o educación.

 

[1] https://elpais.com/mexico/2020-07-13/la-cfe-de-bartlett-se-convierte-en-una-maquina-de-control-politico-en-mexico.html
[2] https://www.cfe.mx/salaprensa/Paginas/salaprensadetalle.aspx?iid=646&ilib=5
[3] Según precios observados en la memoria de cálculo de tarifas, disponible en: https://datos.gob.mx/busca/dataset/memorias-de-calculo-de-tarifas-de-suministro-basico/resource/d137a83d-cb15-4064-9551-ac2e58488d11