Una revisión al Código de red, a un año de su implementación

2020-05-22 Irayda Rodríguez y Conexiones 365
Codigo de Red un año despues

En estos momentos tan importantes de coyuntura y ante la publicación del “Acuerdo por el que se emite la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad del Sistema Eléctrico Nacional” en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 15 de mayo de 2020 por parte de la Sener, vale la pena recordar algunas de las medidas implementadas desde hace tiempo, como el Código de Red, cuyo objetivo principal es fijar las reglas de operación del Sistema Eléctrico Nacional para contar con un sistema eléctrico confiable y libre de fallas bajo determinados parámetros de calidad. 

En abril de 2016, se publicaron en el DOF las definiciones y disposiciones del Código de Red, que consisten en Criterios de eficiencia, Calidad, Confiabilidad, Continuidad, seguridad y sustentabilidad del Sistema Eléctrico Nacional. Su objetivo es “permitir e incentivar que el SEN se desarrolle, mantenga, opere, amplíe y modernice de manera coordinada con base en requerimientos técnico-operativos, y de la manera más eficiente y económica. Lo anterior bajo los principios de acceso abierto y trato no indebidamente discriminatorio.”[1]

El DOF estipula que “el Código de Red debe ser entendido como el documento que establece los requerimientos técnicos mínimos que los Integrantes de la Industria Eléctrica están obligados a cumplir con relación a las actividades de planeación y operación del SEN, así como establecer las reglas para la medición, el control, el acceso y uso de la infraestructura eléctrica.”[2] Su cumplimiento es obligatorio para todos los que integran la Industria Eléctrica, incluyendo a CFE, y su interpretación y vigilancia son facultades de la CRE (no del CENACE).

Con base en este escenario, retomamos una entrevista a Santiago Barcón, especialista en Código de Red, CEO de BAORGG, y Miembro del Consejo Directivo del INEEL respecto a los resultados a un año de la implementación definitiva del Código de Red.

La falta de inversión pública en el sector energético, sumado a la complejidad de la topología de red en México, ha derivado en un reglamento de Código de Red muy estricto, puesto que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) es considerado como débil, aseguró Santiago Barcón, director general de Energía Hoy.

El experto señaló que en el presupuesto del sexenio pasado se evidenció poco interés en la industria de energía, situación que, hasta el momento, perdura en la actual administración del Gobierno Federal. De ahí que el Código de Red estipule normativas más rigurosas que en otros países.

“Por ejemplo, en su redacción se estipula que debe revisarse cada año, cuando de hecho, las redes no evolucionan tan rápido”, compartió en entrevista Barcón.

De igual forma, enfatizó que, a pesar de considerar este punto como una exageración, todo se desprende de la percepción de un SEN con mucha debilidad.

Con todo ello, el especialista destacó los avances del Código de Red en México, desde que se legislara en 2016. El objetivo de contar con un sistema más confiable y libre de fallas es trascendente, si se considera las enormes pérdidas económicas ocasionadas por la mala calidad de la energía.

Al respecto, Barcón compartió que el Electric Power Research Institute (EPRI por sus siglas en inglés) calcula que en Estados Unidos, el sector energético logra ingresos de 420 mil millones de dólares (mmdd) con un impacto del 40% (170 mmdd) por la mala calidad. Este dato brinda una idea de las pérdidas económicas que ocasionan las fallas energéticas en México, cuyas ventas se calculan en 30 mmdd. 

Añadió que la importancia de este reglamento radica en que promueve una igualdad de operación entre todos los participantes, para otorgar un servicio con mejores estándares de calidad, ya que “la idea es brindar un piso parejo, para que, por ejemplo, la parte de generación no afecte a transmisión o la distribución a los centros de carga y viceversa”.

Aunque hay una obligatoriedad para todos los componentes del sistema, hasta el momento, el mayor avance se ve en las empresas dedicadas a transmisión y distribución. Estos jugadores —a consideración de Barcón— sólo requieren un poco más de inversión para tener un 100?cumplimiento.

“Estas empresas lo han hecho bien, hay un buen avance, considerando los recursos que se les han dado y la poca inversión que se tuvo el sexenio pasado, destacó.  

En contraparte, los Centros de Carga son los que tienen un mayor rezago para alinearse a las regulaciones planteadas en el Código de Red. Esto se desprende del plazo que se les brindó para su acatamiento.

A cuatro años de la legislación, Santigo Barcón expresó que es comprensible que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) empiece a aplicar las sanciones a las empresas que no se apresuran a acatar la obligatoriedad de esta legislación.

“Sabemos que todo toma su tiempo en madurar, pero a todos nos conviene el cumplimiento”, concluyó.

Por cierto, está en proceso una versión 2.0 del Código de Red, en la que la CRE trabaja actualmente.

 

[1] Diario Oficial de la Federación, Resolución Núm. RES/151/2016, publicación del 8 de abril de 2016. Puede consultarse el texto completo en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5432507&fecha=08/04/2016

[2] Ídem.