Desafíos del alumbrado público a partir de fuentes solares en México

2020-07-17 Irayda Rodríguez, Grupo Expansión
alumbrado por fuentes solares en México
Foto de Cristi Goia en Unsplash

Como asegura la Conuee, el alumbrado público es una demanda social con alto potencial de ahorro de energía, por lo que su modernización es una tarea urgente, sobre todo al considerar que el costo por proveer este servicio en los municipios oscila entre el 5% y 10? su gasto corriente.

 

En años recientes se ha visto un marcado avance en la tecnología de los paneles fotovoltaicos para aprovechar el recurso solar, lo que conlleva una reducción en el costo de las inversiones para generar electricidad por este medio.

Con esos datos que ofrece el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el potencial que tiene el territorio mexicano (donde el 85? su extensión posee las condiciones adecuadas de radiación solar) abre una gran oportunidad para mejorar la composición de la forma de generación de energía, disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y, especialmente en el país, rediseñar la política nacional de subsidios al consumo de electricidad.

Esta transformación ya inició para los sectores industriales, comerciales y residenciales, además de que la manera en la que se iluminan los espacios públicos y urbanos también puede maximizar el aprovechamiento del recurso solar, con luminarias que integren paneles fotovoltaicos.

Hablando del caso de las redes de alumbrado público, como expresa Alejandro Arroyo, director de Licitaciones y Ventas a Gobierno de Grupo Construlita, la evolución ha sido paulatina. Se ha pasado de las lámparas a base de vapor de sodio, a los aditivos metálicos cerámicos, fluorescentes y a la incorporación de la tecnología LED, considerado que esta última también ha vivido un avance con el tiempo. 

“Al principio, el LED brindaba menos eficiencia que las generaciones que conocemos actualmente. Las luminarias y los drivers cada vez son más compactos, mientras que los diodos tienen mayor potencia y durabilidad; esto permite que el cuerpo sea de menores dimensiones”, asegura el especialista.

Además, manifiesta, este desarrollo permite un mayor flujo de luz con un menor consumo de Watts, que en cuestión de alumbrado público se traduce en beneficio económico para los gobiernos. Según información difundida por la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee), en 2019 existían cerca de 10 millones de sistemas de alumbrado público en México y tan sólo el ahorro de 2.5 millones de megawatts-hora (MWh) anuales equivale a cerca de 8.7 mil millones de pesos al año.

Ahora, como muestra la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (realizada en marzo de 2019 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía) el alumbrado público es una necesidad social insatisfecha cuya falta o funcionamiento inadecuado aporta a la percepción de inseguridad en los espacios físicos.

En este sentido, es posible que la instalación de luminarias independientes que integran paneles fotovoltaicos sea una solución alterna de mayor ahorro de recursos, derivado del aprovechamiento de la energía solar, incluso en lugares del país que todavía no cuentan con una acometida de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Aunque el panorama se vislumbra alentador, como argumenta el directivo de Grupo Construlita, uno de los desafíos que enfrenta la implementación de esta tecnología es la baja inversión que se ha destinado a la modernización del alumbrado público, tanto en luminarias, cableado y en la red eléctrica en general.

“Puedes colocar un equipo con los mejores rendimientos y flujos de luz, pero si va a estar operando en una red de infraestructura antigua, se queda obsoleto. No va a estar a la vanguardia, porque para aprovechar mejor el rendimiento de una luminaria de última generación debe ser posible mejorar la red eléctrica, para que todo funcione y no se presenten fallos. Son pocos los municipios y estados que intervienen en esa parte”, expone Arroyo.

De la misma forma, añade, el desempeño del alumbrado público será el adecuado sólo teniendo la infraestructura necesaria en la red. Cuando a las luminarias de tecnología LED se le integran paneles solares, para operar de manera independiente, es indispensable que cuenten con un banco de baterías. 

“Cuando se usa la tecnología de paneles solares donde no se tiene una acometida de la CFE, la energía que se capta del sol se direcciona a las baterías, a través del cableado, y se almacena para que la luminaria pueda encender con autonomía”, afirma Alejandro Arroyo.

Hasta ahora, el mejor desempeño de estos equipos ha sido en calles donde el parque vehicular es bajo y en avenidas secundarias, así como en estacionamientos, parques y plazas públicas. Por ejemplo, algunas avenidas turísticas en Quintana Roo, como en Cancún y Playa del Carmen, han recurrido a esas soluciones.

Igualmente, en enero de 2020, en Isla Mujeres se dio el “banderazo” de inicio a las labores de sustitución de las lámparas convencionales por alumbrado público solar en la Zona Continental del municipio. Como explica el presidente municipal, Juan Carrillo Soberanis, se trata de tres obras: dos en avenidas principales y una en la entrada de una zona de desarrollo turístico.

La primera será en la avenida Químico Pastrana, con tres kilómetros lineales, donde 246 lámparas con bases de concreto serán reemplazadas y colocadas con una distancia de 25 metros entre sí. El segundo tramo abarca 3.8 kilómetros en la avenida Gastón Alegre López, con 304 luminarias. El tercero son 1.5 kilómetros lineales en la avenida Ramal a Punta Sam e incluirá 120 luminarias. Todos los equipos son LED de luz blanca de 120W con panel solar de 18V y batería de litio interna de 12.8V.

Precisamente, el directivo de Grupo Construlita comenta que otro de los desafíos de esta tecnología es la distancia interpostal, buscando que no se generen sombras y se evite el llamado “efecto cebra”, pues “cuidar la uniformidad de la iluminación en un esquema fotovoltaico puede resultar más costoso”. Mientras que el tema del vandalismo también se tiene que considerar, por la reposición de las piezas que implica para mantener un punto de luz en operación. 

Finalmente, detalla Arroyo, esta es una tecnología para la que se están abriendo las oportunidades en México, pero todavía se tiene que trabajar en el costo-beneficio en un plazo menor y la homologación en el mercado. Lo anterior para que el retorno de inversión sea más rápido para muchas localidades en el país, estimando que el gasto todavía es equiparable de uno a cinco contra un punto de luz tradicional. 

Aunque todavía se tiene un reto importante en el tema de mejora en componentes, costo y aplicación, el especialista concluye que, a futuro, será posible aprovechar la energía solar en el alumbrado público en los municipios, con equipos de mayor potencia y que brinden más horas de autonomía en operación.