PLATICANDO CON | Ingrid Moye - Fundadora - Zeller & Moye

Ingrid Moye
24 Marzo 2021 Conexion Expo CIHAC
[Cortesía Zeller & Moye]

Sabemos que la perspectiva del mundo en general ha cambiado, por ello en esta entrega de “Platicando con” entrevistamos a Ingrid Moye, fundadora del estudio Zeller & Moye en el 2013 junto con Christoph Zeller, con bases en la Ciudad de México y en Berlín. Este estudio propone soluciones de diseño inesperadas, trabajando principalmente en la exploración de barreras entre interior y exterior, la flexibilidad de uso, y el espacio público.

Ingrid Moye estudió arquitectura en la Universidad Anáhuac, y en la ETSAM de Madrid. Después de sus estudios colabora por varios años en los despachos de arquitectura SANAA en Tokio, y en Herzog & de Meuron en Basilea y Londres.

Zeller & Moye trabaja entre los límites de la arquitectura, el diseño y el arte; a una gran variedad de escalas que van desde la creación de objetos hasta el diseño urbano. Sus proyectos experimentan con el uso de materiales, y plantean una sustentabilidad integrada al diseño. Su práctica tiene un enfoque global con proyectos en América, Europa, y Asia; y han sido ganadores de diversos concursos internacionales de arte y arquitectura. Entre sus proyectos más destacados están: Haus Koeris, una casa en el bosque en Berlín; Casa Hilo, un módulo de vivienda social-rural para el CIDS/INFONAVIT en Apan Hidalgo, ganadora de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito; Hollow, una obra de arte público y permanente en los Royal Fort Gardens en Bristol; El Memorial de Martin Luther (en desarrollo) en Berlín, primer premio en concurso internacional; y Flower Terraces (en desarrollo), un complejo de vivienda en Ruichang China, primer premio en concurso internacional MOLEWA; entre otros.

En su práctica académica, Ingrid es directora de la Visiting School Palimpsest Barragan para la Architectural Association de Londres, y ha sido tutora del Porto Academy. Ha sido conferencista en el GSAPP Columbia University, el GSD Harvard University, el California Institut of the Arts, la UNAM, la Universidad Iberoamericana, la Universidad de Buenos Aires, la Embajada de México en Berlín, entre otras. Ingrid ha sido parte del programa de Jóvenes Creadores FONCA/CONACULTA.

¿Cómo te definirías? 

Positiva, determinada, curiosa, exploradora, sensible, adaptable.

¿Cómo descubriste que querías estar en el mundo de la arquitectura y diseño? 

Desde niña tuve mucha sensibilidad por obras de arquitectura que viví. El diseño y el arte me interesaron también desde muy joven. Siempre supe que lo mío era crear, y decidí estudiar arquitectura por que entendí a la profesión como una plataforma flexible, desde donde poder expresar mi creatividad, en sus límites con el arte y el diseño. Una de las experiencias que me marcó para estudiar arquitectura fue la experiencia de vivir muchos años en una casa del Arquitecto Javier Senosiain.  

¿Qué significa la arquitectura para ti?

Es la manipulación del territorio, por el ser humano, con un objetivo dual de funcionalidad e intelectualidad.

¿Cuál es tu fuente de inspiración? 

Explorar ciudades y arquitectura en Mexico y en el mundo, el arte, y el diseño.

¿Si no fueras arquitecto, que hubieras escogido ser? 

Artista.

¿Cuáles consideras son tus herramientas inseparables de trabajo?

Libreta de papel, lapicero, MacBook Pro, y iPhone. 

¿Con quién te gustaría trabajar y todavía no lo has hecho? 

Con NASA.

¿Cuál es el proyecto que más valoras y por qué?

Ningún proyecto me parece el más importante de todos, pero un proyecto que es muy especial para mi es el Memorial del Anfal en Kurdistán, Irak.  La relevancia de este proyecto es que es un memorial iniciado por una comunidad de mujeres sobrevivientes del genocidio del Anfal, llevado a cabo por Saddam Hussein, a finales de los 80’s. El memorial funciona no solo como un símbolo de las pérdidas humanas, sino también como un centro comunitario para reunirse, y para preservar un acervo de su cultura. El proyecto tiene entonces un fin de trascendencia muy importante para la cultura kurda.

¿Cuáles fueron los principales retos de este proyecto y como los superaste? 

El iniciar el proyecto fue un reto por tratarse de una cultura a la que no éramos tan cercanos. Gracias a nuestro equipo de colaboradores que llevan muchos años trabajando en esta región, y a la ONG que apoya a este proyecto, pudimos adentrarnos en esta cultura para entenderla mejor. El trabajo con las mujeres de esta comunidad ha sido muy exitoso, y seguimos en el proceso para hacer realidad este proyecto.

¿Por qué decidiste fundar  Zeller & Moye?

Zeller & Moye lo fundé hace ocho años, en colaboración con mi socio Christoph Zeller, como una plataforma para diseñar con libertad creativa, y con el objetivo de influir positivamente a nuestro entono natural y social. 

¿Cuál ha sido el principal reto que ha enfrentado el despacho?

La pandemia ha sido un reto que nadie nos esperábamos. La incapacidad de trabajar físicamente en el estudio con nuestro equipo, colaboradores, y clientes, es definitivamente algo difícil. Creo que la interacción humana es irremplazable, a pesar de lo importante que es también contar con la posibilidad de la comunicación digital.  Por fortuna, y debido a que nuestro estudio siempre ha operado internacionalmente desde nuestras bases en México y en Berlín, las video-conferencias, y el coordinar equipos y proyectos a distancia ya eran algo natural en nuestra práctica. Es por esto por lo que pudimos adaptarnos muy fácilmente, y hemos conseguido muy buena comunicación y resultados.

¿Por qué se caracteriza  Zeller & Moye?

Por proponer soluciones de diseño inesperadas, trabajando principalmente en la exploración de barreras entre interior y exterior, la flexibilidad de uso, y el espacio público. Nuestros proyectos experimentan con el uso de materiales, y plantean una sustentabilidad integrada al diseño.

¿Qué viene para  Zeller & Moye?

Viene una etapa interesante de adaptación a un nuevo mundo post COVID-19. Viene un diseño más flexible y adaptable a situaciones extremas o cambios en la vida de los edificios. Pero principalmente, viene un enfoque mucho más urgente a una arquitectura en armonía con el medio ambiente.

¿Cuál es tu consejo para la industria en este momento? 

Flexibilidad y adaptabilidad. 

¿Cuál consideras es el nuevo rol de la arquitectura y construcción ante los cambios debido a la pandemia? 

La pandemia nos demostró nuestra vulnerabilidad como especie ante la naturaleza. El diseño y la construcción deben de tomar responsabilidad sobre el impacto que tienen en el cambio climático.

El concepto de sustentabilidad debe de ser ya parte intrínseca de nuestro pensamiento para el diseño de ciudades, edificios, y objetos.

¿Cómo consideras que la arquitectura ayuda a tener una mejor calidad de vida? 

Un aprendizaje más de la pandemia es que la arquitectura puede generar espacios que sean más saludables. Diseñar espacios con ventilaciones naturales cruzadas puede, por ejemplo, ayudar a disminuir el contagio de infecciones virales. El diseñar viviendas con espacios adaptables puede permitir flexibilidad de uso para situaciones de cambio como lo que experimentamos con el COVID-19, donde lo doméstico se mezcló con lo laboral y lo educativo; a pesar de que esos espacios no hubieran sido diseñados para cumplir esas funciones. La pandemia convirtió a nuestras viviendas en verdaderos refugios, y esto nos ha hecho reflexionar sobre la importancia de la arquitectura en nuestras vidas.

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