Tendencias globales de consumo 2022 que pueden influir en el sector de la construcción

consumidores buscan espacios mas verdes
31 Enero 2022 Conexiones 365
[Shutterstock]

En un estudio reciente publicado por Euromonitor Internacional, en el que se identifican las principales tendencias de consumo a nivel global para este año, se establece que, si bien la constante de los últimos dos años fue el cambio, generando modificaciones en los estilos de vida y en la toma de decisiones de los consumidores, 2022 se perfila como un año encaminado a la recuperación. Las palabras clave bajo las cuales los consumidores pondrán en marcha sus planes y aprovecharán la ocasión son acceso y acción.

El estudio identifica diez tendencias principales relacionadas con valores y conductas de los consumidores, que son identificados como grupos de consumo, explicando sus motivaciones, comportamientos, características principales, así como el entorno empresarial y su impacto, concluyendo con una serie de proyecciones y recomendaciones estratégicas.

Entre los perfiles identificados se encuentra el de los llamados “Urbanitas Rurales”, que son aquellos que buscan tener espacios y paisajes más verdes, en ocasiones fuera de las ciudades y también dentro de las ellas. Son también personas que muestran un profundo interés en productos y soluciones sostenibles.

El trabajo a distancia fue detonador de que muchas personas en 2020 y 2021 buscaran mudarse de manera temporal hacia áreas rurales o espacios de mayor amplitud que les permitieran estar más en contacto con la naturaleza. El confinamiento en espacios que no estaban diseñados para vivir y trabajar llevó a muchas personas a buscar alternativas a los altos costos de vivir en la ciudad, mismas que estaban dispuestas a pagar la diferencia debido a la conveniente cercanía con sus lugares de trabajo o el acceso a medios de transporte. No obstante, la búsqueda de mejor calidad del aire, menos tráfico y menos población, sumados a los deseos de simplicidad y sostenibilidad, están llevando a muchos consumidores a buscar hogares en el campo, los suburbios o ciudades más pequeñas. De hecho, el estudio reporta que el 37% de los consumidores esperan trabajar desde casa en el futuro.

Pero hay otro grupo que quiere seguir disfrutando de la vida urbana y quiere permanecer en las ciudades, a la vez que tiene una necesidad creciente de espacios verdes en sus viviendas o cerca de ellas, así como de transporte más limpio y eficiente. Es un hecho que, a medida que la gente pasa más tiempo en sus hogares y comunidades, invierte más en la adecuación de sus espacios. Para este grupo, las azoteas verdes y los cultivos al interior representan opciones viables, que pueden además generar productos locales disponibles a corta distancia.

Hacer uso de infraestructura vacía o no aprovechada en parques públicos y espacios verdes siempre tiene un impacto benéfico en comunidades densamente pobladas. Desarrollar espacios habitacionales en un entorno seguro, limpio y ecológico es lo que dictará las preferencias de este grupo de consumidores creciente, pues, a decir del estudio de Euromonitor, serán las comunidades espaciosas y sostenibles las que resulten más atractivas.

Para aquellos que buscan viviendas más lejos de las ciudades, uno de los retos para su éxito es que cuenten con servicios como comercios, escuelas, supermercados, restaurantes, bancos, etc., en un radio que represente no más de 15 minutos de viaje, lo cual representa oportunidades de inversión pública y privada para desarrollarlos. Mientras se construyen estos servicios, el comercio en línea ha logrado que la cobertura geográfica de muchos establecimientos se amplíe, facilitando también el contar con productos y servicios en zonas un poco más alejadas. En ese sentido, fortalecer las estrategias de servicio y cadenas de distribución será clave para retener a los consumidores.

Otro de los grupos que identifica el estudio es el que denominó “los que cambian el clima”, el cual se caracteriza por aquellos consumidores orientados al consumo de productos con una baja huella de carbono en virtud de la emergencia climática. Para atender este segmento, la oferta de las empresas debe ofrecer productos o servicios que cuenten con una certificación en cuanto a su huella de carbono.

En 2021, “el 67% de los consumidores intentaron tener un impacto positivo en el medio ambiente a través de sus acciones diarias”[1], lo cual representa un aumento significativo frente al 55% que expresaba esta intención a inicios de marzo de 2020[2], antes de que la OMS declarara a la COVID-19 como pandemia. Así, la pandemia se ha convertido para muchos en un catalizador para la búsqueda de una economía “cero neto” o net-zero. Es un hecho, pues, que la sustentabilidad está cada vez más presente y es de mayor interés para los consumidores, por lo que impulsa muchas decisiones de compra.

Lo anterior abarca desde mejoras a los espacios en los que vivimos o trabajamos para volverlos más eficientes desde el punto de vista energético, hasta certificaciones internacionales que avalan el nivel de sustentabilidad de un inmueble, sumado a la búsqueda de bienestar de sus ocupantes.

El desafío aquí será lograr que los productos o servicios desarrollados para tener un menor impacto en el clima sean asequibles, y que sus beneficios puedan ser expresados de manera correcta de forma tal que los consumidores estén dispuestos a pagar la diferencia que llegue a existir y que esperamos que se siga acortando.

 

Fuente: Las 10 principales tendencias globales de consumo para 2022”, Euromonitor International

 

[1] “Las 10 principales tendencias globales de consumo para 2022”, Euromonitor International, p. 11

[2] Maria Coronado Robles, Alison Angus y Gina Westbrook, “Build Back Better: Living in a Climate Emergency”, https://www.euromonitor.com/article/build-back-better-living-in-a-climate-emergency

 

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