La industria de la construcción cierra 2019 con números negativos

Perdidas, construccion
23 Enero 2020 Veronica Cervantes Camacho, Grupo Expansion

La CMIC espera que para 2020 la infraestructura pueda impulsar la construcción, pero el gobierno deberá considerar la experiencia de los constructores.

 

En los últimos años se ha visto poco crecimiento en la construcción y, de acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), 2019 cerrará con números negativos, pues hasta septiembre se registró una caída de 4.7%.

 

Eduardo Ramírez Leal, presidente nacional de la CMIC, expone que los datos de esta cámara coinciden con la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). 

 

“Hasta septiembre teníamos 4.7 negativo, esto es una baja muy considerable. En 2018 cerramos con el 0.6 positivo de crecimiento en la industria, a pesar de que después de las elecciones federales prácticamente se dejaron de ejercer recursos públicos en el gobierno federal, fue un número positivo y el crecimiento de la economía estuvo alrededor de 2%”, señala.

 

Durante 2019 la economía ha presentado cifras muy cercanas al cero y la industria de la construcción ha sido de las más afectadas debido a la baja inversión pública, que en octubre registró su mínimo histórico: 2.6?l PIB, cuando en 2008 alcanzaba 5 o hasta 6%.

 

Datos del Observatorio de la Construcción de la CMIC revelan que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) asignado en 2019 fue de 383,526.07 millones de pesos (mdp), de los cuales hasta julio se habían contratado 90,526.58 mdp, es decir, 24?l total presupuestado; en tanto que para 2020 se contempló un proyecto del PEF con 360,988.16 mdp que significa 6% menos que lo aportado en 2019.

 

En este contexto, el INEGI reportó en septiembre una contracción de (-)10% en el valor real de la producción de las empresas constructoras en México, comparado con el mismo mes de 2018.

 

Según la consultora Forecastim, el Indicador Adelantado de la Industria de la Construcción (INAC), registró un valor de 98.88 unidades (por debajo del umbral de 100) en la evaluación de septiembre, lo que representa el octavo mes en fase de recesión de su ciclo económico.

 

Los sectores más afectados

 

El líder de los afiliados a la CMIC indica que sí aceptan y respetan el combate a la corrupción y que se eviten los actos fuera de la ley; sin embargo, también se detuvo el otorgamiento de permisos en la Ciudad de México por lo que disminuyeron las inversiones en los sectores vivienda, desarrollo urbano, infraestructura, parques industriales y desarrollos comerciales.

 

“La obra pública ya está muy golpeada, hay un decrecimiento en los últimos 10 años con una pendiente descendiente muy pronunciada. El PEF representa el 2.5?l PIB y los expertos, incluso de la ONU, dicen que se debería de invertir en países emergentes del 5 al 8?l PIB, lo cual no está sucediendo y esto perjudica a todas las obras de infraestructura”, advierte Eduardo Ramírez.

 

En entrevista, afirma que el sector de la vivienda ha mostrado números negativos con menor colocación de casas nuevas (-)12% en el corte realizado a octubre. Esto se relaciona con la entrada del nuevo gobierno, pues muchas autoridades municipales y estatales cambiaron la regulación de los permisos para la construcción.

 

Especialmente, la vivienda económica fue dañada porque los trabajadores ya no tienen el subsidio que les daba el gobierno.

 

Eduardo Ramírez explica que los constructores apuntaron que tratarían de ser más competitivos y mediante la propuesta de eliminar regulaciones, pretendían que el costo de las viviendas dignas sería cada vez menor, tema que también se ha perjudicado.

 

Con las nuevas disposiciones legales a la minería, también se han pausado algunos proyectos, así como otros en generación de energía limpia. 

 

En cuanto a Petróleos Mexicanos (Pemex), se ha visto más agilidad en los últimos meses y hay muchas licitaciones para el mantenimiento de las seis refinerías, lo que Eduardo Ramírez Leal calificó como positivo, pero expuso que no van a alcanzar a ejercer los recursos, dado que se hablaba de 12,000 millones de pesos que se iban a invertir en mantenimiento de las refinerías.

 

Pero no sólo la construcción ha sido perjudicada, sino también tres de cada cuatro actividades económicas que impacta esta industria, pues ha disminuido su facturación toda la cadena productiva: cemento, acero, madera, asfaltos, equipo menor, equipo mayor, pinturas, recubrimientos, aparatos sanitarios y equipos eléctricos, entre otros, comenta.

 

De acuerdo con información de Expansión, por ejemplo, las cementeras y las constructoras han sido de las más afectadas ante la caída del 6.6% anual en la industria de la construcción durante el tercer trimestre, que ha sido el peor periodo desde el primer trimestre de 2009.

 

Las estrategias

 

De lo que se construye en nuestro país, el 80% lo absorbe la iniciativa privada y el 20% el sector público; sin embargo, este año con la curva de aprendizaje del gobierno federal, se observa un movimiento interesante a partir del segundo semestre, destaca Ramírez Leal.

 

Menciona que el gobierno ha buscado implementar estrategias como las medidas contra cíclicas al adelantar licitaciones, pero en la CMIC se cuestionan por qué no aplican los recursos que ya tienen autorizados por el Congreso.

 

“En 2019 tenían asignados casi 400,000 millones de pesos y hasta septiembre nada más había un ejercicio de  31%, esto es un número bastante malo porque estamos viendo que van a concluir 2019 con un subejercicio interesante”, afirma el presidente de la CMIC.

 

Apunta que, aunque no tienen el dato preciso, es posible que sólo se ejerza la mitad de los recursos públicos en el 2019, según lo que se ha reportado hasta ahora por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Compranet.

 

“Qué lástima que (estos recursos) no se ejerzan a través de obra pública licitada y a través de competencia que las empresas se hagan acreedoras a estas obras, porque ellas propician la generación de empleo en las diferentes regiones del país”, manifiesta.

 

Respecto al PEF para 2020 se estima una disminución de 10% en el ramo de infraestructura, y para la SCT habrá 34% menos de recursos, lo cual preocupa a los constructores porque esta Secretaría fue la que ejerció más eficientemente lo asignado: para octubre ya tenía alrededor de 3,900 contratos que originaron trabajo en todo México.

 

Sin embargo, para 2020 la iniciativa privada invertirá en concesiones, por lo que los agremiados a la CMIC han solicitado al gobierno que incluya una política pública donde quede manifiesto que estas grandes concesiones deberán ir acompañadas con participación asociada, que incluyan empresas regionales con el 30?asociadas, no subcontratadas.

 

Uno de los problemas es que las grandes empresas subcontratan a las pequeñas y micros, pero a unos precios muy desfavorables, por lo que no se propician las condiciones para que crezcan ni se logre desarrollo regional.

 

“De las empresas que representamos, 96% son Mipymes y necesitan mucho del apoyo de políticas públicas (…). Este es un llamado respetuoso. Representamos a los más grandes y a los más pequeños y creemos que es momento de sumar, de hacer equipo para lograr una mejor propuesta de país”, destaca el presidente nacional de la CMIC.

 

La expectativa para 2020 es que la obra civil crezca 4% mediante el Acuerdo Nacional de Infraestructura y con ello se impulse la industria de la construcción. 

 

Pero para ello, Ramírez Leal insiste en que el gobierno debe contar con el mejor activo en materia de construcción, que son los constructores mexicanos: ingenieros y arquitectos que pueden enfrentar las necesidades del sector.

 

Menciona que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) arrancó con el programa de mejoramiento urbano en 15 ciudades, pero deben ser las empresas locales o regionales las que hagan ese tipo de trabajo porque conocen los temas de mano de obra, de calidades de materiales, pavimentos, etc.

 

Expresa que no les gusta que el gobierno se esté convirtiendo en constructor a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), no solamente el aeropuerto de Santa Lucía sino también en otros proyectos como los bancos del bienestar. 

 

“Le pedimos al presidente que tome en cuenta a los constructores micro y pequeños porque seguramente serán trabajos pequeños los que se hagan y con esto se va a generar empleo formal en muchas partes del país. Estamos hablando de 13,000 sucursales. Hay una oportunidad para dar trabajo a micro y pequeños empresarios del país que estamos a sus órdenes, que estamos capacitados, pagamos impuestos y generamos empleo formal”, concluye.

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