Diversos organismos y asociaciones en México han presentado alternativas para crear hospitales seguros.
En México los temblores son una constante en las zonas sur y centro del país, por lo que los profesionales de la construcción han impulsado acciones que están encaminadas a estar mejor preparados ante la adversidad por este tipo de fenómenos naturales.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México, durante los sismos de 2017 resultaron dañadas más de 20 unidades hospitalarias. En la Ciudad de México tuvieron afectación cuatro hospitales; en Morelos, seis hospitales y un centro de salud; en Puebla, dos clínicas y 11 centros de salud; en Tlaxcala, un hospital; mientras que en el Estado de México fueron nueve hospitales y un centro de salud deteriorados.
La infraestructura hospitalaria es uno de los segmentos de la construcción que presenta grandes desafíos. Luis Enrique López Cardiel, presidente del 18° Congreso Internacional “Hospital del Futuro”, Seminario Internacional de Prospectiva “Regenerar la salud con Inteligencia… Artificial”, indicó que los hospitales concentran los resultados negativos tanto del cambio climático como del geológico, y al ser punto de reunión de las personas más afectadas, particularmente de aquellas que requieren recuperar la salud física, deben de localizarse en hábitat ajeno al riesgo y cumplir características para considerarse como seguros.
De acuerdo con información de la Sociedad Mexicana de Arquitectos Especializados en Salud (SMAES), su presidenta Briseyda Reséndiz Márquez expuso: “La pandemia vino a evidenciar todos nuestros rezagos. Por solo nombrar algunos, en el sector de la salud, la infraestructura hospitalaria es insuficiente; la estrategia de coordinación nacional acusa la falta de protocolos consensuados, marcadas contradicciones en las decisiones de política pública; denuncias constantes por escasez o falta de recursos materiales, dispositivos, y medicinas, entre otros y la tendencia en el seguimiento de atención a la pandemia no es promisoria”.
Por su parte, Bernardo Gómez, coordinador del Comité de Seguridad Sísmica del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), aseveró que desde hace 20 años se emite un semáforo de confiabilidad en el uso de las estructuras, lo que es un ejemplo de inteligencia artificial aplicada a la ingeniería estructural porque se cuenta con sistemas que permiten evaluar el comportamiento de un edificio para actuar en consecuencia.
Comentó que a pesar de los avances tecnológicos y teóricos que permiten tener un mejor conocimiento de las estructuras de los edificios y otras construcciones, se está lejos de entender a profundidad su comportamiento, por lo cual es necesario realizar procedimientos como la inspección manual, ocular y personal de los inmuebles para el seguimiento de la salud estructural o instrumentación de los edificios.
La revisión de los inmuebles es un aspecto muy relevante. Durante los temblores de 2017 se evaluó el estado de las unidades hospitalarias en la Ciudad de México gracias al apoyo de 600 voluntarios ingenieros, arquitectos y pasantes, aplicando la cédula existente de la Secretaría de Protección Civil, la cual fue complementada urgentemente con algunos datos necesarios por miembros de la SMAES y del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México – Sociedad de Arquitectos Mexicanos (CAM-SAM), con el fin de que los arquitectos Directores Responsables de Obra (DRO) acudieran a donde sus servicios fueran verdaderamente necesarios.
Para anticiparse a hechos como los ocurridos en ese momento, Silvia Escalona Muro, representante de la SMAES, advirtió que es necesario aplicar a la brevedad la Cédula de Inspección ocular post sismo actualizada, capacitar al personal de servicios generales de los hospitales para este fin y que exista una mayor cantidad de evaluadores que tengan conocimiento de construcción para la revisión de los tres componentes del programa Hospital Seguro con respecto a un movimiento telúrico o cualquier otro desastre en México.
Asimismo, mencionó que siete miembros de la SMAES realizaron el curso de formación de evaluadores de Unidades Médicas, de la entonces Secretaría de Protección Civil y fueron acreditados por la Secretaría de Salud y la Secretaría de Gobernación, sin embargo, dicha acreditación ha sido prorrogada hasta diciembre próximo, debido a la situación actual por la pandemia.
Además de esta situación, existe otro reto: la normatividad, ya que es necesario modificar la arquitectura de los inmuebles dedicados a la salud.
“La normatividad relativa a la edificación de establecimientos dedicados a la salud fue actualizada hace dos años y ya consideraba la parte del programa de Hospital Seguro, en la que participaron múltiples instituciones, no obstante y por las mismas razones de los cambios administrativos y la pandemia, quedó a la espera de ser presentada a Consulta Popular para su análisis y propuestas de ajustes o cambios necesarios”, señaló Silvia Escalona.
