Pérdida de valores y habilidades laborales, el resultado de la pandemia

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04 Julio 2022 Alina Velázquez/Conexiones365

Tras los años transcurridos de la pandemia por Covid-19 en México, aumentaron las posibilidades de que los empleados accedan a realizar acciones ilícitas bajo la frase “el fin justifica los medios”, según advirtió la empresa Intelab.  

En su informe titulado “Covid-19: impacto en el comportamiento y conducta de los colaboradores”, señaló que esta época de alerta sanitaria disparó los cambios conductuales en los trabajadores, puesto que oscilaban entre un 1 o 2% y ahora, la diferencia porcentual en algunos aspectos llega hasta el 20%.  

Esto, indicó la empresa dedicada al análisis de información para la gestión del capital humano, implica riesgos para la integridad, productividad, y el modelo de negocios de las organizaciones.  

Fernanda Zenizo López, directora general de Intelab explicó que estos datos fueron obtenidos a través de un estudio conductual realizado con solicitantes de empleo en los sectores financiero, logístico e industrial.  

En total, especificó, participaron 204,295 personas entre los años 2020 y 2021 con edades de los 18 a los 65 años. Los resultados, fueron cotejados con la base de datos conjuntados por la compañía en 10 años, en los que se ha evaluado a más de 2 millones de candidatos.  

La directiva comentó que estos estudios, permiten analizar la conducta de las personas, su evolución a través del tiempo y así identificar a los mejores perfiles, y que con ello, las áreas de recursos humanos puedan implementar estrategias más eficaces de selección y gestión para evitar riesgos como el fraude laboral y la baja productividad.  

¿Quiénes y cómo cambiaron? 

De acuerdo con este documento de Intelab, uno de los valores que se vieron más afectados fue el de definir entre lo correcto e incorrecto. Fernanda Zenizo, directora general de la compañía, refirió que con ello, el trabajador podría caer en la tendencia a razonar bajo la frase “el fin justifica los medios” y tomar decisiones que afecten a la empresa que lo contrató.  

De por sí, acotó, antes de la pandemia esto se había registrado de manera importante. Según el informe en 2019 el porcentaje de riesgo era de 65%, en 2020 de 69, y en 2021 de 74%.  

“Esto es un riesgo, porque hace que personas que en principio tenían valores bien establecidos como ‘no robarás, no matarás’, a final de cuentas, en un momento de necesidad puedan recurrir a este razonamiento de ‘el fin justifica los medios’, y los puede llevar a tomar decisiones en contra de las organizaciones en las que trabajan y claro que trae afectaciones económicas a las empresas”, resaltó.  

Zenizo López mencionó que otro valor que se vio deteriorado por la pandemia fue la dificultad para juzgar con objetividad las decisiones y acciones propias, lo que dijo, va de la mano con lo anterior. 

Destacó que por primera vez en años, descendió la confidencialidad en el manejo de la información, al pasar el 38% en 2020 a 29% en 2021.  

“Es un riesgo que acabó afectando a las empresas en temas de todo lo que sería fuga de información, manejo de información, de claves o todos los controles que se tuvieron que relajar para permitir el home office. Pusieron en riesgo de ciberseguridad a las empresas”, expuso. 

También se notó un efecto negativo en la percepción del nivel de bienestar, ligada al estrés y al miedo. La cantidad de personas con preocupaciones y problemas de salud fue del 53%.  

Asimismo, también se incrementó la dificultad para el manejo de la tensión. En 2019, el 22% presentaba este problema, en 2020 el 25% y en 2021 el 35%.  

También, disminuyó el autodominio en situaciones de crisis. Durante el primer año de emergencia sanitaria por el coronavirus, la porción de candidatos con una baja habilidad para el manejo del estrés o el famoso burnout fue de 37% y en 2021 de 45%.   

“Sienten que están agobiados, con niveles de estrés mucho más fuertes que antes. En este sentido, va de acuerdo con todas esas renuncias o faltas que se están generando disminución en productividad de los empleados por sentirse ya demasiado estresados o cansados”, señaló la directora de Intelab.  

Los perfiles de menor riesgo encontrados en 2020 y 2021, fueron las mujeres de 18 a 29 años, sin pareja ni hijos y con escolaridad alta.  

En tanto que los hombres de entre 40 y 60 años, con pareja e hijos y con escolaridad baja son los candidatos que implican mayor riesgo. 

“Es decir; si no están pudiendo cumplir sus necesidades básicas a través del trabajo, suelen tomar decisiones incorrectas en perjuicio a las organizaciones donde trabajan”, apuntó. 

En otros datos, entre 2020 y 2021, al menos 22% adoleció de sentido pertenencia al grupo de trabajo; y más del 19% no demostró capacidad para comprometerse con la organización.   

Uno de los consejos externados por Fernanda Zenizo López fue fomentar la confianza con los colaboradores para que cuando vivan una problemática, se puedan acercar a la organización y dentro de las posibilidades de la misma, se les pueda brindar apoyo.  

Otra recomendación fue recordar y reforzar los valores mediante cursos talleres y campañas internas temas en torno a la ética; incentivar la denuncia ante actos sospechosos; firmar acuerdos de confidencialidad y promoverla.  

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