Seis puntos de partida para llegar a ser una “empresa verde”

2020-08-25 Israel Díaz, Grupo Expansión
Ideas para ser una empresa verde
[Image by Alexas_Fotos from Pixabay]

Debido a que la visión está cambiando al hacer conciencia en la sociedad sobre las consecuencias del cambio climático, hoy en día, los consumidores están tomando más responsabilidad sobre el impacto ecológico de lo que adquieren.

Por su parte, las organizaciones buscan destacar con el calificativo de “empresa verde”, ya que les brinda una ventaja competitiva en el mercado, además de algunos beneficios que se traducen en ahorros en sus costos operativos.

Sin embargo, alcanzar tal distinción no es tarea simple, ni se logra rápidamente. Lograrlo va más allá de demostrar algunas cuantas acciones y comunicarlo en sus productos o servicios. Una “empresa verde” se construye de adentro hacia fuera, es decir, adoptando medidas que mejoren sus procesos diarios como punto de partida.

Se trata de que todos los colaboradores se alineen a una idea: ser sustentables. Este pensamiento debe ser la prioridad de cada uno al sumar desde pequeños esfuerzos como apagar luces y equipos que no se ocupen, hasta la implementación de programas más robustos de reducción y manejo de los recursos y sus desechos, entre otras políticas, de tal modo que se genere un compromiso hacia un objetivo común.

En el país, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a través de la Subprocuraduría de Auditoría Ambiental otorga el Reconocimiento de Excelencia Ambiental, y estableció a su vez el Programa Nacional de Auditoría Ambiental (PNAA).

Este aval reconoce a todas las empresas que mantienen alto compromiso con la adopción de tecnologías y prácticas que privilegien la prevención y protección de los recursos naturales, así como una amplia responsabilidad social de su entorno, al certificarlas con el máximo nivel de cumplimiento en su desempeño por fomentar el desarrollo ambiental y económico-sustentable entre el sector nacional.

Por ello, según diversas recomendaciones de especialistas, la transición comienza al adoptar una cultura empresarial comprometida con el medio ambiente y fomentarla entre los integrantes de la organización.

Aquí dejamos otras estrategias para volverse una “empresa verde”:

 

1. Las tres R: Reducir, Reutilizar, Reciclar

Quizás sea la iniciativa ecológica más conocida; esto se debe a que es fundamental para disminuir el impacto ambiental tanto de las empresas como de las personas. En una organización se puede empezar por reducir la generación de residuos, que también tiene un efecto en la reducción de los costos.

Otra medida es la reutilización de bienes o el procurar alargar su vida útil o incluso hallar nuevos usos a materiales como empaques. Desde luego, se deben colocar contenedores de basura que permitan separar los residuos orgánicos de vidrio, cartón y plástico, para convertirlos en nuevos productos mediante procesos de reciclaje.

 

2. Dejar el papel

Una de las acciones más conocidas es dejar de usar papel. Sin embargo, en la actualidad, con todas las herramientas tecnológicas para reducir la utilización de las hojas, aún persisten empresas e incluso industrias que siguen usando grandes volúmenes. Una “empresa verde” debe reducir drásticamente las impresiones en sus oficinas, reutilizar los recursos, priorizar los documentos electrónicos e incentivar a sus colaboradores a tomar acciones similares en su vida diaria.

 

3. Fomentar el trabajo a distancia

Son muchos los beneficios ecológicos que brindan medidas como el trabajo desde casa. De entrada, se reduce la contaminación derivada de los distintos transportes que ocupan los empleados para llegar a sus oficinas.

Esta medida se suma a las anteriormente mencionadas, pues se evita la utilización de papelería, así como otros insumos y servicios de la oficina como luz, aire acondicionado o agua; disminuyendo el impacto ambiental de la misma. Adicionalmente, esto también se traduce en ahorros en los gastos de la empresa.

 

4. Asociarse con proveedores locales que sigan políticas ecológicamente responsables

Compartir una misma visión con otras empresas permitirá fijar la sostenibilidad en la visión del negocio. Además, se pueden influenciar y apoyar en proyectos, maximizando el alcance del objetivo común, así como el mensaje a los consumidores. Lo ideal en estas alianzas es priorizar a proveedores y negocios locales.

 

5. Instalar infraestructura que reduzca el consumo de luz y agua

Es importante contar con una instalación eléctrica más eficiente, empezando con tecnologías de iluminación que reduzcan el requerimiento energético. Por ejemplo, los focos fluorescentes o LED, en combinación con sensores de presencia que apaguen la luz al no detectar movimiento en un espacio. También se pueden considerar sistemas automatizados de climatización para un uso más eficiente de estos dispositivos, el uso de muebles de baño que utilicen menos agua o plantas de tratamiento.

 

6. Utilizar energías alternativas

En las instalaciones de la empresa, ya sean oficinas, bodegas o fábricas, se pueden emplear fuentes de energía limpia, como la solar u otra clase de renovables. Además de reducir el impacto ambiental y sumar a la reducción de emisiones de carbono, también suelen ser una opción más económica a mediano plazo. Incluso pueden representar deducciones de impuestos con los esquemas establecidos, por ejemplo, para la Generación Distribuida.