Autoabastecimiento, ¿ha muerto?

2020-11-18 Patricio Gamboa, Socio Fundador, Energy Intelligence Consulting
acaso se acabaron los autoabastecimientos
[Image by Markus Spiske from Pixabay]

Antecedentes

La historia del Autoabastecimiento es una historia con ya casi 30 años de gestación. Nos tenemos que remontar a la modificación de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) en 1992, misma que fue derogada ante la promulgación de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) en el 2014.  En aquel entonces, se le encontró un espacio de convivencia del sector mexicano en su propia generación de la energía eléctrica con la CFE mediante sociedades de autoabastecimiento, figura con la cual podría tener energía a precios competitivos ante la entrada del TLCAN.

En el 2008 se agregó un concepto adicional al autoabastecimiento de un costo de transmisión competitivo, al cual se le llamó el porteo estampilla, el cual se hizo sin subsidios.  ¿Y que incluye la tarifa de porteo estampilla?  Si lo ponemos en términos del mercado eléctrico, incluiría: costo de transmisión del generador y consumidor, costo de distribución (en su caso), y cargo de operación del CENACE para el generador y consumidor.

Con la entrada de la 4T, comenzó a haber un fuerte empuje en contra del autoabastecimiento, lo cual concluyó con un aumento en las tarifas de porteo estampilla (costos de transmisión de autoabastecimientos renovables) en julio del 2020 y con el congelamiento de modificaciones de permisos de autoabastecimiento, desde octubre de 2019 de manera extraoficial y de manera oficial en octubre de 2020.

 

Manuel Bartlett y el autoabastecimiento

La relación de Manuel Bartlett con el autoabastecimiento se remonta a su primer período como senador, del 2000 al 2006, en el cual promovió un recurso de anticonstitucionalidad en contra del autoabastecimiento, el cual no prosperó. Esta situación es relevante porque muy seguramente, el ahora Director General de la CFE, tal parece que se esta sacando la espinita que traía clavada, mediante el dichoso fortalecimiento de la CFE.

 

¿Se estiró la liga de más?

Ante la promulgación de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) en el 2014, se derogó la LSPEE. Todos los derechos de los permisos de autoabastecimiento y de sus respectivos contratos de interconexión se mantuvieron. Sin embargo, se estableció en la ley un límite de tiempo, 31 de diciembre de 2016, para que el propietario del permiso de autoabastecimiento erogase al menos el 30?l total de inversión del proyecto y tuviese el mismo totalmente financiado. 

En al menos 2 ocasiones la iniciativa privada solicitó y fueron concedidas, prórrogas a esta fecha límite, quedando en última instancia en diciembre del 2019. Adicionalmente, un grupo de industriales logró, por ahí del 2017, que se le reconociera el 100? la energía generada por centrales de autoabastecimiento en modalidad de cogeneración eficiente como energía limpia, y no solo el incremental de eficiencia sobre un ciclo combinado, lo cual hubiera sido lo lógico.  Esta acción, no solo los exentaba de su obligación de cumplimiento mediante la adquisición de Certificados de Energía Limpia (CELs), si no que también tendrían un porteo estampilla y el beneficio del banco de energía. 

Todas estas acciones se dieron a la par de un descubrimiento de precios muy importante de las energías limpias bajo el mercado eléctrico, el cual se dio a consecuencia de las Subastas de Largo Plazo organizadas por el CENACE en el 2016 y 2017. En las últimas 2 subastas se alcanzaron precios promedio de $33.47 y $20.57 USD / MWh, respectivamente. Era evidente que estas tarifas de transmisión preferenciales del autoabastecimiento ya no eran requeridas para viabilizar proyectos. Las subastas de largo plazo habían evidenciado que se podían gestar proyectos de energía limpia sin un trato preferencial, o como lo que algunos llaman, subsidios (los cuales no son).

En retrospectiva, quizá se debió haber respetado lo que ya estaba en curso y ponerle un alto a todo lo futuro aun no desarrollado, tal como se previó originalmente en la LIE. Esto pudiera haber prevenido que estuviésemos teniendo las discusiones que tenemos ahora sobre el futuro del autoabastecimiento y un sinfín de acciones legales. 

 

Acciones recientes del gobierno actual y posibles motivantes:

Como ya comentamos, al menos desde octubre del 2019, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) detuvo el procesamiento de solicitudes de modificación de permisos de autoabastecimiento, en particular aquellos que solicitaban la inclusión de nuevos socios autoabastecidos.  Esta nueva política se vino a oficializar en octubre del 2020, mediante una publicación en el DOF. 

Adicionalmente, en junio de 2020 se publicó una modificación a las tarifas de porteo estampilla para los autoabastecimientos renovables con incrementos de hasta 800%, dependiendo del nivel de tensión al que estuvieran conectados el generador con los socios autoabastecidos.

Como ya mencionamos, las subastas de largo plazo dejaron evidencia de que las energías renovables del autoabastecimiento ya no requerían de las tarifas de transmisión tipo estampilla para ser competitivas y poderse financiar.

Cabe recordar que el respaldo de los generadores intermitentes bajo el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) ya se paga por todas las entidades responsables de carga (Suministradores Calificados, UCPM, y CFE Suministrador de Servicios Básicos (CFE SSB)).

Dado que CFE SSB le paga al CENACE y le cobra a sus clientes el respaldo de la generación de los generadores renovables intermitentes, incluidos los autoabastecimientos, el incentivo para el gobierno está en cobrarle a los autoabastecimientos renovables intermitentes costos de transmisión al menos equivalentes a los que pagaría un generador intermitente bajo el MEM. De esta manera, CFE SSB reduciría su pago al CENACE por al menos la parte proporcional al ingreso que el CENACE estaría recibiendo por parte de los autoabastecimientos renovables intermitentes, con lo cual tendría una mayor ganancia asumiendo que las tarifas que CFE SSB cobra a sus usuarios finales se mantengan igual.

 

¿Que significa todo esto para los inversionistas de proyectos de autoabastecimiento y, más importante, para sus clientes?

Para los dueños de las plantas de generación de autoabastecimiento, se espera una larga batalla legal en juzgados vía amparos y posibles instancias superiores, llámese Suprema Corte de Justicia de la Nación y/o cortes internacionales.

Para los clientes de proyectos de autoabastecimiento (off-takers) tiene repercusiones de mucho riesgo.  Por un lado, aún y cuando puedan estar contando con que se ganen los amparos por parte de los dueños de los autoabastecimientos en contra de los aumentos en las tarifas de porteo estampilla, no es seguro que se puedan ganar.  Ante esta posibilidad y dado que estos procesos puedan tardar en algunos casos 5 años o más, especialmente si se va a instancias internacionales, los off-takers tendrían que estar haciendo una cuenta de reserva para dicho escenario adverso y en el que tengan que pagar lo debido hacia atrás.  Esto último en adición a la pérdida del costo de oportunidad que pudieran tener a partir de renegociar, como alternativa, condiciones contractuales hoy y hasta buscar una terminación anticipada de contrato ante este cambio en la ley, el cual es de altísimo impacto.

En una situación un poco peor, están aquellos off-takers que firmaron contratos con autoabastecimientos que, por la negativa de la CRE a modificar sus permisos e imposibilitarlos a agregar nuevos socios autoabastecidos, se han quedado sin la posibilidad de poder financiar y construir su proyecto, y en consecuencia están cayendo en incumplimiento de entrega de energía. Este escenario le causa al off-taker una pérdida significativa de ahorros proyectados, ante lo cual la única alternativa viable sería negociar una terminación anticipada de contrato. 

 

Alternativas para los permisos de autoabastecimiento

Para aquellos proyectos cuyo financiamiento no ha sido posible, migrar su permiso de autoabastecimiento a uno de generación ante la LIE, pudiera ser el mejor camino. Sin embargo, esta acción tendría que ser muy bien coordinada con el CENACE para que sea este último quien vaya “guiando” la posibilidad de interconexión a la red eléctrica, dada la ubicación del proyecto, la infraestructura que se solicitaría para dicha interconexión, la congestión existente en dicha zona, y pues por qué no decirlo, también la competencia que este nuevo generador le va a hacer a la CFE. 

Otra opción, y una que aparentemente la mayoría de los inversionistas han optado por adoptar es la de poner el proyecto en algodones y esperar a que regresen mejores condiciones regulatorias (i.e. cambio de gobierno) o se organicen nuevas subastas de largo plazo, lo cual no se avizora en el corto plazo. 

Sin embargo, será muy complicado que los inversionistas arriesguen capital cuando no se tiene certidumbre sobre el otorgamiento de permisos de generación bajo la LIE y/o la firma de Contratos de Interconexión y una eventual declaración de operación comercial.

 

Caminar hacia adelante

Como siempre, de todo lo malo o no tan bueno tenemos que aprender algo.  Y en este caso, no debería de ser nada diferente.  Lo primero que debemos de recordar o aprender, en caso de que no lo sepamos ya, es que el futuro, lo más seguro, no se va a parecer en nada al pasado.  Si esto lo tomamos como premisa, podemos ser mucho mas precavidos a la hora de que los inversionistas inviertan su capital y los consumidores firmen contratos de suministro.  Como off-taker, uno debe de ser capaz de imaginarse siempre los peores escenarios y establecer múltiples “puertas de salida” en los contratos ante dichos sucesos.  Los tiempos han cambiado.  Hace 10-15 años los contratos de suministro requerían condiciones en las que el off-taker asumía casi todos los riesgos, siendo estos transferidos íntegramente.  Ahora ya no es el caso.  Los suministradores son ahora mucho más flexibles en las condiciones contractuales que están dispuestos a firmar.  Ante esto, es conveniente tener un asesor con la experiencia en negociación de contratos de suministro y pueda guiar al off-taker hacia una contratación de energía eléctrica exitosa.

 

- Sobre el autor -

Patricio Gamboa cuenta con más de 15 años de experiencia en el ramo de energía desempeñando diversos roles a lo largo de su carrera.  A inicios del 2019 fundó Energy Intelligence Consulting, dedicada a asesorar a consumidores industriales y comerciales en su abastecimiento de energía. 

Previamente desempeñó diferentes roles de energía para DeAcero, Cemex, Grupo Alfa, y General Electric.

Ha cerrado acuerdos de suministro eléctrico por más de 400 MW y 2,530 MWh/año, incluido el contrato de suministro más grande en valor que se haya firmado a la fecha.

Patricio es Ingeniero Mecánico Administrador por el ITESM y tiene un MBA por Carnegie Mellon University.