Nacionalismo: el modelo que NO le está sirviendo al ciudadano

2020-08-24 Víctor F. Ramírez Cabrera, Plataforma México Clima y Energía
Nacionalismo sin luz
Foto de Claudio Schwarz Purzlbaum en Unsplash

La semana pasada los ciudadanos de Baja California vivieron (y viven) algo que es el claro resultado de inacciones del Estado (gobierno federal) en asuntos de energía, de electricidad en particular. La planeación eléctrica es la única forma de garantizar que haya energía… o no.

Recordemos que el sistema eléctrico de Baja California está conectado al sistema de California. Ambos comparten además de la red eléctrica, temperaturas muy altas que, para mitigarlas hacen a la gente encender sus aires acondicionados, elevando la demanda eléctrica de forma espectacular. Al no haber forma de satisfacer la demanda, hubo cortes en algunas zonas en California. Aquí cuidado, lo de California no es algo inesperado o aislado, sino producto del Cambio Climático e incendios, por lo que este escenario parece que se repetirá cada año y habrá que planear en consecuencia.

El gobierno estatal de Baja California, intentando mitigar los problemas que causaría la insuficiente oferta eléctrica, solicitó a los ciudadanos disminuir el uso de electricidad en ciertos horarios, pero los problemas llevaron a paros programados en la industria (que significan frenar el corazón económico del estado) e incluso en el suministro de agua, derivado de la falta de energía para el bombeo.

Ahora la pregunta es ¿por qué no hay energía suficiente en Baja California?

Por dos razones: primero no hay generación suficiente y segundo, su comunicación energética (transmisión) está limitada sólo a California.

El gobierno federal pudo tomar medidas para mitigar con más generación y con más transmisión, mediante subastas para comprar energía y el otro mediante la licitación de la línea de transmisión que conectara a Baja California con Sonora y cuyo desarrollo estaba en curso.

Sin embargo, tanto subastas como licitaciones se cancelaron a los pocos meses de que llegó este gobierno federal, pero no se ofrecieron alternativas para solventar la creciente demanda eléctrica. El crecimiento de la demanda no cesó ni hubo mecanismos que incrementaran la oferta energética.

El Estado Mexicano (gobierno federal) se ha centrado en satisfacer los dogmas, no en solucionar los problemas y por eso no hay alternativas reales para incrementar la oferta eléctrica.

De hecho, funcionarios de gobierno federal han argumentado sobrecapacidad de generación.

¿En serio pueden hablar de sobrecapacidad de generación cuando al menos tres regiones del país sufren cortes, paros técnicos en la industria, desconexiones parciales del sistema?

Si hay sobreoferta de generación ¿por qué el presidente o la titular de energía anuncian nuevas plantas en La Paz, Mérida, Cancún o Tuxpan? Desafortunadamente estos son solo anuncios, pues no hay recursos para hacerlas. Ese es el otro gran problema: que el Estado no tiene dinero. Los anuncios arriba mencionados no cuentan con una base financiera o presupuestal que nos garantice que estos proyectos se vayan siquiera a iniciar.

Y es que el dinero con que cuenta el sector energético se ha ocupado en crear el mito del nacionalismo basado en reforzar la “soberanía energética”, creer que el Estado lo puede todo: construir una refinería, mover generadores viejos a Baja California Sur, poner de nuevo en funcionamiento otras tantas plantas que en cualquier lugar del mundo ya serían para el museo, subsidiar la quema de combustóleo para mantener la operación de las refinerías (fetiche de este gobierno) o incluso en quedar bien con el sindicato. El problema es que, en electricidad, las acciones del gobierno no han tenido utilidad alguna al ciudadano.

Por eso gobiernos como el de Baja California, en su necesidad de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos, inician procesos como la licitación para la construcción de una central fotovoltaica que ayude a satisfacer las necesidades de energía del sistema de agua. Hay que resaltar que se trata de un gobierno del mismo partido que el presidente.

El gobierno estatal de Baja California inició la licitación, buscando satisfacer una necesidad de sus ciudadanos. Entonces el gobierno federal se acuerda de que Baja California existe, pero en lugar de abonar en la solución, sólo pide aguardar.

El problema real es que satisfacer las necesidades de los ciudadanos no parece ser la prioridad de este gobierno. El sexenio se ha ido en cancelar, bloquear, posponer, anunciar, cancelar de nuevo, grilla, ataques a la inversión, pero nada que permita pensar que hay algo más que la sola idea de soberanía.

Los ciudadanos requieren agua para vivir: beber, cocinar, asearse. También requieren empleo, para generar riqueza, hacerse de ella y generar ingresos que le permitan comer, vestir, satisfacer sus necesidades. Necesitan vivir en un ambiente propicio, con temperatura ambiente adecuada para sus labores diarias y todo ello necesita energía.

La política energética debe tener en el centro la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos, esa es la única ideología útil. Sin suficiencia energética no hay soberanía. La grilla e ideología no dan suficiencia. Sin dinero, tampoco habrá suficiencia. Pero este gobierno solo ha hecho grilla, ideología y no ha puesto soluciones a los problemas.

Y así, esta supuesta soberanía o nacionalismo, que restringe las libertades, NO le sirve al ciudadano.