Notas destacadas de “Claves para ahorrar energía en las empresas”

2020-07-09 Conexiones 365
Notas de eficiencia energetica en empresas
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La tarea diaria de un Energy Manager consiste en encontrar alternativas para el uso y consumo de uno de los insumos más importantes que es la energía, cuyo manejo es esencial para mantener la competitividad de las empresas. Así lo expresa Erika Salinas, Manager de Carbon Trust y experta en temas de eficiencia energética, quien moderó este panel.

Si bien este es un rol relativamente reciente en la industria y no muy difundido aún en las empresas, cada vez es más necesario. Un Energy Manager busca hacer más eficientes los procesos a través del monitoreo y la medición constante de cómo se emplea este recurso en las distintas áreas con las que cuentan las instalaciones, con miras a detectar áreas de oportunidad e implementar mejoras que generen ahorros. Aunado a esto, no pierde de vista el comportamiento de los mercados y se mantiene al tanto de las regulaciones para analizar la viabilidad de proyectos nuevos, además de contribuir con los objetivos de sustentabilidad de una empresa al reducir emisiones.

En opinión de Nemesio Villarreal, Energy Manager de Sigma Alimentos, otra de las funciones importantes de un Energy Manager es buscar opciones de compra de energía más barata, aprovechar la energía térmica derivada de algún otro proceso o incluso evaluar la viabilidad de la generación en sitio, por lo cual es un líder que debe conocer bien los procesos al interior de la empresa para una mejor toma de decisiones.

Existen diversos lineamientos internacionales, como la ISO 50001, que establecen las metodologías para que las organizaciones puedan preservar los recursos, reducir sus impactos en el ambiente y mejorar su rendimiento a través de la gestión eficiente de la energía.

También pueden seguirse metodologías y lineamientos internos que dicten los parámetros de operación de las empresas y generen sus propios indicadores. En este sentido, es conveniente estandarizar para contar con criterios que permitan medir adecuadamente el uso de la energía en todas las instalaciones, para después pasar a medidas puntuales en cada una, tales como el aprovechamiento del calor residual de un proceso o la evaluación de opciones de generación en cada una de las plantas de acuerdo con la viabilidad para complementar el esquema de ahorros. Por supuesto, es esencial una buena comunicación con todas las áreas de la empresa para garantizar la correcta implementación de medidas.

Las dinámicas impuestas por el COVID en áreas no esenciales como los edificios de oficinas permiten detectar medidas adicionales que generen ahorros. En ese sentido, dice Miguel Córdova, Energy Manager de la Torre BBVA en la Ciudad de México por parte de JLL, es posible identificar claramente qué áreas no se están usando y por ende no es necesario climatizar. O bien pueden identificarse los horarios de operación y afluencia del personal para analizar el comportamiento del consumo y la identificación de áreas en las que es posible ahorrar energía.

Todos los especialistas en este panel coinciden en que uno de los mitos principales en torno a la implementación de medidas de eficiencia energética es que es muy caro. La realidad es que no es así y que cuando las medidas a implementar requieren inversiones, estas se recuperan rápidamente con los ahorros que se generan. No obstante, las primeras medidas cuya implementación debe analizarse son de carácter operativo y no requieren inversión.

Ejemplos de estos controles operativos son el asegurarse de apagar áreas que no se estén utilizando o que los aires acondicionados no estén encendidos en áreas en donde no es requerido. En el sector industrial, es necesario mapear los equipos de proceso, la utilities, ver los perfiles de demanda, e investigar en dónde hay cambios y cuál es la causa. El conocimiento de los procesos y los mecanismos que los componen es esencial. Por ejemplo, en el caso de procesos de refrigeración, los controles operativos van desde asegurarse de que no haya puertas abiertas en las cámaras, que éstas estén bien selladas, que no haya filtraciones, etc. En procesos que requieren calor, es necesario asegurar que no haya fugas de vapor en alguna parte del sistema, que los controles de calentamiento estén bien, los aislamientos sean correctos, etc.

En este sentido, es de suma importancia la capacitación del personal y la sensibilización respecto a la importancia del uso de la energía, de lo que implica su uso y los altos costos que representa el tener fugas, por ejemplo. Esto contribuye además a fomentar el liderazgo al interior de las empresas para que ellos mismos puedan identificar y compartir buenas prácticas.

En la época actual de pandemia y post-pandemia, habrá que rediseñar estrategias con base en el análisis de lo que será esta nueva normalidad, dicen los especialistas. Ser más eficientes es un proceso constante que no puede ni debe detenerse. Se pueden hacer planeaciones con base en las necesidades y en las distintas variables, que son muchas, pero es importante seguir buscando proyectos y quitar la idea de que es necesario invertir mucho para ser más eficiente.

También pueden darse ahorros importantes asegurándose que se compra la energía al mejor precio y bajo las condiciones más convenientes para la empresa. Esto es algo que puede hacer un Energy Manager al interior de la empresa, pero también hay muchas opciones de asesoría externa que pueden ayudar en esta evaluación para considerar los beneficios, niveles de riesgo, etc. No solo es comprar energía, también es analizar si te conviene generar en sitio, de acuerdo con el perfil de la carga que requieras.

En opinión de Miguel Córdova, las empresas pequeñas pueden ser más competitivas recurriendo a esquemas de financiamiento que les permitan generar su propia energía. Hay muchas consultoras que ayudan a crear los PPAs más convenientes para las empresas, pero para tomar decisiones adecuadas es necesario hacer un análisis de los perfiles de consumo, por ejemplo, en qué horarios se da, etc.

Los expertos respondieron respecto a la implementación del Código de Red en sus industrias, que ayuda también a cuidar no solo la energía que se consume, sino la calidad de la misma. Esto también genera ahorros al evitar fallas de sistemas, asegurar que el factor de potencia sea el adecuado y que los equipos operen con una energía de buena calidad.

Adicionalmente, respondieron sobre la implementación de sistemas de almacenamiento de energía, que están en proceso de evaluación, además de las prácticas en torno a la gestión de residuos y la sustentabilidad, como meta de las empresas, y finalizaron haciendo énfasis en que implementar medidas de eficiencia energética no es algo caro, es algo que se puede planear y que genera grandes beneficios.