Sí hay posibilidades de carrera en las energías renovables

2020-08-08 Israel Díaz, Grupo Expansión
posibilidades de carrera en renovables
Image by cookie_studio on Freepik

El desarrollo de las energías renovables en el país no desaparecerá, aunque de momento no lo parezca, y es un hecho que cada vez serán más necesarios los profesionistas especializados en este sector energético.

 

De forma paulatina y de la mano de las energías renovables se han moldeado los planes de estudios de diversos centros educativos. Además, surgieron nuevas universidades, tecnológicos y politécnicos. Sin embargo, fue con la Reforma Energética que en las carreras se tocaron temas más puntuales como el aprovechamiento de la energía y calidad de la misma.

Este cambio se dio entre 2009 y 2010, cuenta Efraím Castellanos Frayre, director de Energía en la Secretaría de Desarrollo Económico de Durango. En aquella época, él se desempeñaba como docente por lo que fue testigo de esta transformación.

El especialista explica que a las carreras clásicas como ingeniería mecánica, eléctrica o química, se empezaron a sumar nuevas asignaturas que han delineado un perfil más enfocado en las renovables. 

Al inicio se estudiaban temáticas muy generales, como los sistemas fotovoltaicos, normativas aplicables a las instalaciones eléctricas y tópicos relacionados con el mantenimiento.

No obstante, fue con la reforma energética aprobada en 2013 que llegaron materias más específicas para incluir temas que esa ley incorporó, tal es el caso del Código de Red, explica Castellanos Frayre.

Además, en las carreras profesionales han surgido algunas especialidades como ingeniería en energía fotovoltaica o eólica.

De hecho —agrega el directivo— hoy en día, el enfoque de los estudios se alinea a las condiciones específicas de cada zona del país. Se busca el aprovechamiento de los recursos de la región, de tal modo que en el norte de México se enfocan en la energía solar y en el Istmo abordan más la energía eólica.

 

Las puertas en el mercado laboral

Aunque todo estudiante se visualiza trabajando en un gran campo fotovoltaico, las oportunidades laborales ahí son limitadas. Se debe considerar que estos proyectos son de gran escala y gran inversión, pero generalmente ocupan una plantilla de 20 técnicos para operar.

De tal suerte que, para Castellanos, el desarrollo profesional de la mayoría de los egresados se dará en la construcción y mantenimiento de estos centros. Además, hay una gran demanda de profesionistas en los proyectos más pequeños, dedicados a la generación distribuida.

“Los programas educativos de renovables dan esa versatilidad. Por ejemplo, un estudiante se puede enfocar en la energía solar, pero puede emplearse en la producción de electricidad o incluso para sistemas de calentamiento”, expone el especialista.

 

Actualización y capacitación constante

Aunque no ha habido un cambio tan grande en las tecnologías como para provocar un cambio de las materias que ya se tienen, Castellanos considera de suma importancia que los modelos educativos y los docentes se mantengan actualizados. 

Puntualiza que, históricamente, se ha percibido un rezago entre los conocimientos adquiridos en la escuela con la realidad en el sector energético. Esta situación es un reto que requiere de la dedicación personal de cada profesionista, ya que deben actualizarse por su cuenta para encontrar alguna oportunidad real en el mercado laboral.

Por ello, el especialista urgió a que la Secretaría de Energía y la Secretaría de Economía den certeza sobre el rumbo que desean para el sector. De este modo, la Secretaría de Educación Pública, así como instituciones educativas pueden definir modelos educativos acordes con la realidad del campo profesional.

 

Sumar las TIC a los planes de estudios

Por otra parte, Castellanos refiere que una necesidad actual en los modelos educativos actuales es alinearse a los avances en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). 

“Aparentemente no son temas relacionados con la energía, pero al vivir un mundo cada vez más conectado, no se puede excluir a las nuevas tecnologías”, añade.

Por ejemplo, —declara el entrevistado—a nivel mundial hay modelos que están cobrando relevancia en el mundo como: Blockchain, un concepto que al aplicarlo al campo energético permitiría “tener seguridad en la trazabilidad, desde el origen hasta el consumo de la energía”.

Castellanos finaliza recomendando a las instituciones educativas incluir a las TIC y estar al pendiente de las tendencias para evitar que sus modelos de enseñanza y planes de estudio queden obsoletos.