Heladas en Texas muestran a la energía renovable como la siguiente batalla cultural en los Estados Unidos

2021-02-26 Conexión MIREC
heladas en Texas abren debate renovables
[Image by Sergei Berezin from Pixabay]

Las recientes heladas en Texas y la falta de energía revelan que el nuevo frente en la guerra cultural en los Estados Unidos se relaciona con las energías renovables y sus beneficios.

 

A partir de ola de frío con vientos árticos que azotó el estado de Texas a mediados de este mes, la demanda de electricidad por sistemas de calefacción aumentó la demanda eléctrica a grado tal que se provocaron apagones, los cuales dejaron a cerca de 4 millones de texanos sin electricidad.

Y es que el suministro de gas natural, que es el combustible base de la generación de cerca de la mitad de la electricidad en Texas se vio mermado por gasoductos congelados y una falta de reservas suficientes, lo cual, sumado a la alta demanda de electricidad, dejaron a cerca de la tercera parte de la capacidad de generación de Ercot (Electric Reliability Council of Texas) fuera de línea. Esto además de las afectaciones en provocadas en México por la carencia de gas natural, en donde también se generaron apagones por la falta de almacenamiento de este combustible.

Por supuesto que la búsqueda de culpables no se hizo esperar y algunos líderes republicanos y otros medios como Fox News no tardaron en señalar a las energías eólica y solar como las causantes del apagón, incluso tildando a las turbinas eólicas de “tontos accesorios de moda” destinados a fallar. Las distorsiones aumentaron aún más cuando se difundieron imágenes en redes sociales de un helicóptero quitando el exceso de nieve de un aerogenerador, pero dicha imagen fue tomada en Suiza en 2014.

Un comentarista de corte conservador difundió una transmisión en vivo en YouTube en la que culpaba a “las fallas de las energías verdes” de los apagones; tuvo cerca de un millón de vistas. Por otro lado, la Texas Public Policy Foundation pagó anuncios en Facebook instando a la gente a que “agradecieran” a las energías fósiles por mantenerlos sin frío cuando la energía eólica “había fallado”. Lo que no se dijo después es que esta fue la primera energía en restablecerse y entregar de nuevo al sistema.

El propio gobernador de Texas, Greg Abbott, consideró que el “Green New Deal”, es decir, el plan que pretende llevar a los Estados Unidos hacia una transición rápida hacia las energías renovables, sería “un acuerdo mortal para los Estados Unidos de América”, pues argumentó que el sol y el viento simplemente se apagaron, mostrando que “la energía fósil es necesaria”.

Mucho del escarnio hacia las energías renovables tiene su origen en los apagones que ocurrieron en California a raíz de los terribles incendios del año pasado, lo cual ha dado pie a diversos representantes a emitir argumentos en contra de estas fuentes de generación eléctrica.

Sin duda la expansión de las energías renovables es una pieza clave de la política energética de Joe Biden, que ahora enfrenta otra batalla cultural a pesar del gran apoyo hacia estas fuentes de energía.

Jesse Keenan, un experto en adaptación climática de la Universidad de Tulane mencionó que el uso de “desinformación dirigida” y de teorías de la conspiración oscurece el hecho fundamental que es cómo harán los estados como Texas para lidiar con los retos de climas extremos generados por la crisis climática mundial. A decir de Keenan, “hay muchos otros eventos extremos comparables que van a comprometer la integridad del sistema eléctrico”, los cuales se verán reflejados de alguna u otra manera el recibo de luz de cada mes, por lo que urge a que las inversiones que se hagan estén destinadas a construir un sistema más resiliente y capaz de generar ahorros importantes en el largo plazo, en vez de destinarse a corregir desastres que pueden ser cada vez más frecuentes.

 Sin embargo, para que los Estados Unidos logre sus metas de cero emisiones al 2050 se requiere al menos quintuplicar su capacidad instalada en renovables, lo cual implica la construcción de muchos parques eólicos y solares, así como el reforzamiento y construcción de miles de kilómetros de líneas de transmisión y distribución.

Todo esto, dice el diario The Guardian, necesita ocurrir a medida que los incendios, inundaciones y tormentas empeorarán debido al cambio climático, pues a decir de los científicos, las lluvias extremas sobre Texas serán un 50% más frecuentes para 2036 que lo que fueron para la primera mitad del siglo XX. 

Lo preocupante de estos escenarios es que pareciera que esta falta de preparación ante estos escenarios fuera casi intencionada, y lo es en la medida en la que las palabras “cambio climático” sigan siendo un tabú para las empresas encargadas de mantener el funcionamiento del sistema eléctrico. En ese sentido, las afirmaciones de Doug Lewin, consultor de energía en Texas, son más que certeras:

“Estamos usando el pasado para predecir el futuro y no podemos hacer eso. Hemos alterado los sistemas del planeta y esto apenas está empezando.”

Y si no nos prevenimos contra estos sucesos, la gente con menos recursos y los grupos vulnerables serán de nuevo los más afectados. Así que vale la pena pensar en cuáles son los escenarios que pueden ayudar a mitigar el calentamiento global, no generando más emisiones al ambiente sino disminuyéndolas, además de invertir en la infraestructura que permita fortalecer esta resiliencia.

 

(Con información de Oliver Milman, The Guardian)

Fuente:
https://www.theguardian.com/environment/2021/feb/24/texas-renewable-energy-culture-wars