Las renovables, punto de inflexión en la transición energética

2020-09-18 Irayda Rodríguez, Grupo Expansión
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[Foto de Anna Jiménez Calaf en Unsplash]

“Cuando se resuelva la crisis por el COVID-19, tenemos que volver a nuestra agenda de transformar a la sociedad y economías en sustentables”, aseguró Adrian Katzew, director general de Zuma Energía.

 

Durante su participación en el Expansión Summit 2020, cuya temática principal fue Reactivar México, los especialistas dialogaron acerca de cómo las energías renovables están representando un punto de inflexión significativo en la transición energética.

Adrian Katzew, director general de Zuma Energía manifestó que la electrificación de la economía es un fenómeno que está ocurriendo y que se va a acelerar, por lo que implica que numerosas tecnologías se unan a este proceso, como las renovables.

“En la electrificación de la economía no hay tanto entendimiento de los beneficios que traerá transformar las cadenas de valor a cadenas de valor eléctricas. Ahí hay un gran paso en la industria, por ejemplo, al pasar de sistemas térmicos donde alrededor de la mitad de la energía que se requiere se disipa. Lo mismo sucede en el caso del transporte de combustibles fósiles, son cadenas de valor que han llegado a los límites y no a la eficiencia”, expuso el directivo.

Por ello, agregó que esta transformación que se vive en toda la cadena de valor energética también se ve reflejada en compañías petroleras, como Shell o BP, que han establecido compromisos para integrar a su portafolio a las renovables, en lugar de dedicarse completamente a los combustibles fósiles.

En el mismo contexto, fondos de inversión como BlackRock o entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) también se están sumando al cambio de paradigmas en los negocios al apuntar a proyectos que dependan de fuentes limpias para la generación de energía o que operen con estos recursos.

Igualmente, explicó Katzew, uno de los compromisos más grandes para salir de la crisis por la pandemia es la inversión en fuentes limpias por parte del sector público. En el caso de la Unión Europea, se han proyectado la inyección de 560 billones de euros para el plan de crecimiento verde y en Estados Unidos se hará con dos trillones de dólares para llegar al 100?energía verde para 2035.

Sin duda, la reducción de costos en las renovables está teniendo un impacto trascendente en la generación eléctrica. Si bien en 2005, un MWh generado en una planta solar o eólica tenía un costo de más de 400 euros, en las últimas subastas eléctricas, como las efectuadas en Emiratos Árabes y Portugal, mostraron precios de 13 euros, cerca de un 97% menos.

La energía eólica ha seguido una trayectoria similar y en ambos casos, como aseguró el director general de Zuma Energía, “además de que la dimensión económica es contundente, vemos que esta transformación arropa la penetración de las renovables en múltiples mercados del mundo, que han demostrado que la intermitencia es un tema del pasado por los sistemas con altas penetraciones y por su flexibilidad al integrar distintas tecnologías”.

Katzew añadió que, precisamente, esta es una oportunidad para fortalecer al sistema mismo con una evolución hacia las fuentes limpias y renovables, que más allá de centrarse sólo en los bajos costos, las inversiones deben verse reflejadas en grandes impactos para la estabilidad de las redes. Un tema al que se suman las tecnologías de almacenamiento.

Además, definió a las renovables como un “motor que va a movilizar a la economía y que resultará en la creación de empleos, dando valor añadido de puestos de mayor conocimiento. En Estados Unidos, el primero es instalador de paneles solares y el segundo, mantenimiento de turbinas eólicas”, por mencionar sólo un caso.

Al hablar específicamente de México, Katzew afirmó que el país posee recursos eólicos y riqueza solar, por lo que debe establecerse una visión que integre recursos que contribuirán a la flexibilidad del sistema y que generen competitividad y fuentes de trabajo.

Por ello, concluyó que la apuesta por las energías limpias y las inversiones en infraestructura de la red es indispensable para robustecerla y, por ende, promover el crecimiento de la economía.