COLUMNA | CFE y los otros datos (oficiales)

2020-11-03 Víctor F. Ramírez Cabrera, Plataforma México Clima y Energía
El viejo manual de los otros datos
[Image by Gerhard G. from Pixabay]

Una de las características de la comparecencia del director de CFE el martes pasado es que se evitaron los datos duros y se centró en la retórica y la anécdota. La razón de hacer esto parece ser que los datos no eran para presumirse y, de hecho, chocan con el discurso que buscaba construir: la recuperación de una empresa eficiente, los contratos leoninos que causan daño, el costo alto de las privadas que “saquean al país”, que simplemente no aparecen en un diagnóstico serio de la empresa.

Y el diagnóstico no tardó en salir.

El día viernes se publicó un análisis del desempeño de la Comisión Federal de Electricidad realizado por la Auditoría Superior de la Federación y que contempla el año 2019, lo que nos permite contrastar lo informado por el director en la comparecencia.

El dato más sonado fue que la renegociación de los gasoductos no generó un ahorro real, sino que aunque bajó la tarifa de transporte de gas en los primeros 25 años, comprometió a la empresa productiva del Estado por 10 años más con costos muy superiores a las tarifas de los primeros 25 años.

Sin embargo, hay más cosas delicadas en el estudio.

Gracias al informe podemos tener una división de las empresas subsidiarias de CFE y revisar la situación general de cada subsidiaria.

Lo primero que salta a la vista es que mientras el discurso del director de CFE se dedicó a atacar a los contratos de Productores Independientes de Energía (PIE), la generadora que menos riesgos le reporta a la empresa es la subsidiaria “CFE generadora V”, que es la representante de los contratos legados de Productores Independientes de Energía. O sea: la que representa a las centrales de las cuales se quejó el director de CFE.

Estas centrales PIE tienen varias características en común.

De inicio, son las más baratas entre todas las de CFE. El costo de generación es de 0.82 pesos por kWh, mientras que las plantas propias de CFE van de 1.2 a 2.05 pesos por kWh (página 50 del documento de la ASF). Esto quiere decir que mientras más energía recibe de los privados, CFE más ahorra. Eso significa, de inicio, que todas las falacias que se dijeron de los legados, como el cobro de la doble tarifa, pasan a segundo término. Independientemente de la forma de cobrar, son más baratas. Punto.

Como resultado, los costos de generación de las centrales eléctricas de CFE se incrementaron o mantuvieron constantes en el periodo 2018-2019, mientras que las de CFE Gen V (PIE) disminuyeron. O sea que económicamente no sólo no es inconveniente adquirir energía de los PIE para CFE, sino que tiende a favorecerle más en el tiempo (página 51).

Un dato importante es que de 85 centrales de generación eléctrica que tiene CFE con contratos legados, 56 ni siquiera recuperan sus costos, lo que significa que su operación genera pérdidas a CFE (página 54). Los PIE no tienen esa condición. Si consideramos además que en 2019 CFE invirtió 25,000 millones de pesos en traer del retiro plantas viejas, es posible.

Es interesante saber, también, que de lo programado para generar con las centrales generadoras propias, CFE cumplió en 2019 con el 88 por ciento y que todas las generadoras, excepto la generadora VI han disminuido su generación entre 2018 y 2019.

En resumen, hablando de generación, parece ser que el problema de CFE está muy lejos de donde indicó su director general en la comparecencia en la cámara de diputados.

Los PIE parecen ser no solamente una verdadera bocanada de aire fresco en materia financiera, al dar costos más bajos y no generar pérdidas a la empresa, sino que el promedio de antigüedad de las plantas (12 años) suman confiabilidad al sistema ante el envejecimiento de las plantas de CFE, que tienen en promedio de 33 años. Esto aleja del mito que quiso crear el director de CFE en su discurso.

El diagnóstico también toca áreas como transmisión y distribución, donde comenta que las inversiones necesarias para reforzar la red no tienen avances físicos acreditados (página 64, cuarto párrafo), y eso podria verse reflejado en el incremento de las pérdidas en transmisión que se pasaron de 2.5 a 2.7 por ciento en un año, lo que significó perder más de 100 mil millones de pesos más en 2019 comparado con 2018 (página 63). Este número, por si sólo, es mayor que el total de subsidio eléctrico aprobado por los diputados a CFE.

Según el informe de la ASF, los principales problemas de CFE son la ineficiencia de sus centrales, que terminan causando elevados costos de generación. En transmisión y distribución se reportan también pérdidas técnicas y no técnicas. Finalmente la cartera de pagos vencida (el segundo estado con mayor cartera vencida es Tabasco). Según el propio informe también hay problemas en gobernanza corporativa, combate a la corrupción, insuficientes análisis de riesgos, falta de desarrollo y actualización del plan de negocios, y un largo etcétera.

¿Qué está pasando?

Recordemos el artículo del El País en que decía que la CFE se estaba volviendo en una máquina de control político.

Esto se complementa con la Recomendación 2019-6-90UJB-07-0431-07-001 de la Auditoría Superior de la Federación (página 9 del documento) donde dice (cita textual) “Para que la CFE Corporativo en coordinación con el Consejo de Administración de la CFE defina un programa de trabajo, con plazos, responsables, atribuciones, procedimientos y mecanismos de comunicación y coordinación para actualizar el Plan de Negocios de la CFE y sus Empresas Productivas Subsidiarias, a fin de contar con un documento que precise la ruta que debe seguir la empresa para cumplir con el objetivo de generar rentabilidad y valor económico, en términos de lo dispuesto en los artículos 12, fracciones I y II, y 13, fracciones I, II, III y IV, de la Ley de Comisión Federal de Electricidad, e informe a la Auditoría Superior de la Federación de las medidas instrumentadas.”

En pocas palabras, las evidencias apuntan a que la dirección de CFE en lugar de rescatar o hacer productiva a la empresa, está dedicada de tiempo completo a hacer grilla y golpear a los privados que la rescatan de la quiebra.

El problema de haber puesto a un operador político con alta carga ideológica ahí es que tienes sólo política y carga ideológica, no el rescate de una empresa fundamental para los mexicanos.