Las reformas a la LIE y sus efectos en el sector financiero

2021-03-29 Redacción - Grupo Expansión
reformas LIE afectan al sector financiero
[Image by pasja1000 from Pixabay]

De ser aprobada la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, la banca sería uno de los segmentos más afectados, de acuerdo con la Concamin. Mientras que, ante la incertidumbre en la rentabilidad de ciertos proyectos, diversos fondos de inversión están encontrando una ventana de oportunidad.

De acuerdo con las estimaciones recientes de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), de ser aplicables las modificaciones a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), estas provocarían un sobrecosto anual de 60,000 millones de pesos por la generación de electricidad por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Los cambios en el mercado eléctrico tendrían un impacto en los proyectos del sector privado, en los que se ha invertido cerca de 40,000 millones de dólares, cuestión que afectaría también a las instituciones bancarias que han financiado grandes proyectos de energía en el país y que están en peligro de colapsar, así lo dio a conocer Régulo Salinas, presidente del organismo.

Por su parte, el Centro de Estudios de Finanzas Públicas (CEFP) del Congreso informó que están en riesgo más de 451,000 millones de pesos invertidos en 105 proyectos privados de generación de energías renovables. Además de que 28 empresas, que suman 8,904 millones de dólares en inversiones, están en posición de exigir indemnizaciones.

“El efecto no sólo será en los proyectos que ya existen, también en próximos. El impacto futuro de las inversiones me parece que está claro: mientras no haya reglas que faciliten esta certidumbre jurídica en la inversión habrá una caída importante”, aseguró Eduardo Osuna, director general y vicepresidente de BBVA México, a EFE.

Finalmente, Luis Niño de Rivera, presidente saliente de la Asociación de Bancos de México (ABM) sumó a estos efectos de las reformas a la LIE a la banca nacional y extranjera, los fondos de inversión mexicanos e internacionales y las Afores (Administradores de Fondos para el Retiro), bajo el argumento de que “tener dinero prestado e invertido en el sector eléctrico, va a tener consecuencias, seguramente".

 

Pareciera que en todo cambio hay una oportunidad

Fuera de esta situación para la banca, algunos fondos de inversión están encontrando oportunidades en las modificaciones planteadas para el mercado eléctrico, que han dado un vuelco completo al segmento privado y han dejado a muchas compañías con activos ya sin una promesa de rentabilidad.

De esta manera, mientras algunas empresas están empezando a “deshacerse” de sus plantas, los fondos han buscado sumar estos activos que han visto depreciado su valor por los últimos cambios planteados por el presidente López Obrador.

“Los fondos de inversión andan como locos buscando activos”, dice en un mensaje un analista que asesora a compañías del sector eléctrico, principalmente de generación renovable, ya que, ante la incertidumbre, pueden adquirir las centrales de generación eléctrica y el resto de proyectos a un precio mucho menor a su valuación real.

Conocidos coloquialmente como fondos buitre, basan sus estrategias en la compra de activos en una mala situación económica o en una dinámica de mercado complicada –como la que actualmente atraviesa el sector– a un precio por debajo del mercado, para después venderlos en un mediano plazo a un precio mayor, una vez que los activos han sido reestructurados o el entorno económico les permite un mejor desempeño.

Así, han decidido hacer las compras con base en dos estrategias: la primera es esperando un cambio en la política energética que permita la participación de las compañías privadas y regrese el dinamismo al mercado de generación, o apostando a iniciar una estrategia legal que les permita operar como lo hacían antes de los cambios en las reglas, mientras que la segunda es vender a un mejor precio los activos.

De acuerdo con las fuentes entrevistadas por Expansión, las adquisiciones se dividen entre los proyectos que ya cuentan con todos los permisos, pero que aún no han sido construidos, y aquellos de la segunda y tercera subasta eléctrica (principalmente renovables) que ya han sido edificados pero aún no entran en operación.

Lo anterior responde a que los fondos de inversión pueden permitirse tener un activo en reposo en espera de una rentabilidad mayor en su portafolio, a diferencia de las compañías que deben seguir desembolsando en gastos fijos, como la nómina y el mantenimiento, lo cual dificulta sus operaciones.

 

(Con información de Diana Nava y la agencia EFE. Notas publicadas en el sitio expansion.mx)