COLUMNA | No mentir, no traicionar... o ¿cómo iba?

2021-04-05 Víctor F. Ramírez Cabrera, Plataforma México Clima y Energía | @vicfc7 Descarga documento
No has de mentir Pinocho
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Las declaraciones de un servidor público tienen una trascendencia mayor que las de un ciudadano cualquiera, máxime cuando es un directivo y esto por una razón sencilla: representa a la institución en la que labora.

Los administradores públicos profesionales buscan entonces limitar sus declaraciones a sabiendas no sólo de la trascendencia pública, sino de las responsabilidades que tienen como servidores.

El actual gobierno ha ido a contracorriente, desde arriba. El presidente ha creado un espacio para verborrea al que no se ha escapado la propia Comisión Federal de Electricidad.

La politización del asunto eléctrico, en la búsqueda de destruir el mercado para reconstruir el monopolio eléctrico ha llevado a excesos en declaraciones, que se han caído una por una.

Que si las renovables son caras, que si son riesgos al sistema, que si hay contratos leoninos, y cada una de ellas ha terminado en el basurero de la historia.

La última historia, ante la imposibilidad de probar alguna de las anteriores, es que los privados reciben subsidios.

Hay que aclarar que hay supuestos subsidios que son absurdamente falsos.

Por ejemplo: antes de la existencia de la Ley de la Industria Eléctrica, ante la necesidad de generar más energía de fuentes renovables pero la incapacidad financiera y poca experiencia de CFE, se decidió llevar a cabo licitaciones para la instalación de parques eólicos y su operación, para entrega de energía exclusivamente a CFE. Esos son los Productores Independientes de Energía (PIE) y los hay eólicos y de ciclo combinado. Los PIE eólicos son seis parques con una capacidad de 613 MW, que representan menos del ocho por ciento de la capacidad eólica instalada total.

Pues esos parques, por los costos de cuando se contrataron, generan energía a costo alto. Si hoy comparamos con los costos de tecnología actual, estos parques fueron caros y se paga la energía a un costo más alto que el costo promedio de CFE. Estos costos se lograron y se pactaron después de que CFE lanzó una licitación por iniciativa propia, que se concursó a nivel internacional y bajo las condiciones de mercado de ese entonces.

Ahora, CFE disfraza estos costos como si fueran subsidios y los presenta como tales. Falso.

Pero ante la duda por saber cuál es el subsidio que CFE constantemente indica que paga, hubo ciudadanos que determinaron preguntar por el mismo.

Así nació la solicitud de información que pide la metodología de cálculo mediante la cual han estimado en CFE el subsidio otorgado a renovables, bajo el folio 1816400211720.

La solicitud paseó por todos lados: Dirección General, Subdirección Corporativa de Estrategia y Regulación, por CFE Intermediación de Contratos Legados… pero en todos los sitios la respuesta fue la misma: NO hay información para determinar los subsidios.

En pocas palabras, la CFE inventó sus acusaciones sobre subsidios, según las conclusiones de la propia CFE.

Los documentos con las conclusiones de dicha solicitud aparecen anexos a esta publicación. (Ver PDF Anexo en esta nota).

Esto es delicado, pues el argumento único sostenido hace semanas para intentar imponer ideológicamente la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica es el de los supuestos subsidios.

El pago por energía proveniente de los PIE que ha sido sostenida como subsidio, no lo es.

La tarifa de porteo ha sido calificada como subsidio y se ha atacado como un resultado de la reforma de 2014, cuando con esa reforma sólo se mantuvo la vigencia de los permisos originales.

El otro problema es que las mentiras, además de repetirse sin sustento, se han generalizado.

Por ejemplo, se habla del alto costo de los PIE como muestra del alto costo de las eólicas, pero se omite mencionar que en México el costo más bajo de generación de electricidad es también una eólica privada, como producto de las subastas.

Otro ejemplo es que, por la tarifa preferencial de porteo, han dicho que no pagan porteo y luego lo generalizan, pero la realidad es que no hay forma alguna de que CFE demuestre subsidios.

Tal parece, entonces, que ante la imposibilidad de poder encontrar formas de justificar la contrarreforma, más allá de lo ideológico, se intenta crear una narrativa falsa desde el imaginario colectivo.

Mentir en este caso es una traición, pues se está queriendo convencer respecto al proyecto con base en historia no soportada; se miente, se traiciona y se roba la confianza del pueblo.

Justo lo que el presidente ordenó no hacer.