Baja California Sur: la disyuntiva entre desarrollo y energía

2020-09-17 Alfonso Félix Larios, Asociación de Energías Renovables de Baja California Sur
disyuntiva entre energia y desarrollo
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Baja California Sur es el claro ejemplo de que el crecimiento y el desarrollo van de la mano con ENERGÍA y esta hipótesis se ha podido comprobar en fechas recientes, cuando en el mes de agosto de 2019, la generación eléctrica colapsaba en un sin fin de ocasiones, abriendo la caja de pandora de la realidad que estaba sucediendo en la entidad. Claramente esta problemática no sucedió de la noche a la mañana y evidentemente hay una serie de factores que han contribuido a lo que esta aconteciendo.

Las incorrectas estimaciones de demanda, al no contemplar el crecimiento del estado a doble digito, la falta de planeación por no proyectar inversiones en generación desde el 2013,  el desgaste derivado de una sobreexplotación y falta de mantenimiento de la plantilla de generación actual, han orillando a la entidad a pasar de ser el menor de los problemas, por su dimensionamiento y cantidad de usuarios, a convertirse al día de hoy en una preocupación constante para los habitantes, la actividad productiva, los gobernantes y hasta para el mismo suministrador del servicio.

Y aquí se hace la reflexión: cuando la energía se ausenta, esta ausencia es para todos, sin distinción alguna. Por ello, la sociedad civil, a través de la academia, los sectores empresariales y organizaciones locales relacionadas con el entorno energético, abordaron la problemática y vislumbraron ventanas de oportunidad, generando información para concientizar y poder incidir en propuestas que construyan una solución para las necesidades energéticas de la entidad.

Con una visión de desarrollar una planeación estratégica que coadyuve a la sustentabilidad energética a corto, mediano y largo plazo, el gobernador del estado Carlos Mendoza Davis, decretó la conformación del Comité de Energía del Estado de Baja California Sur,  fomentando la oportunidad de interlocución entre los sectores que infieren en el crecimiento y demanda del vital insumo con las instituciones federales de competencia, para así poder desarrollar un ejercicio de coparticipación en las decisiones que influyan en el  futuro energético de la entidad.

Lo anteriormente expuesto no representa un sueño de un mundo de caramelo en materia de decisiones energéticas. La postura de la ciudadanía sudcaliforniana en su conjunto es clara: la mitigación de impactos de generación de energía eléctrica es la prioridad, la incorporación de tecnologías renovables es el camino y el desarrollo de un modelo de transición energética donde se conjuguen las diversas modalidades de producción de energía amigable con el medio ambiente es el futuro que la entidad requiere.

En pleno respeto de las políticas públicas que una administración federal desea encaminar,

no se pueden dejar de lado las exigencias de una entidad que es abatida constantemente por los altos costos energéticos y los efectos inflacionarios que vulneran el poder adquisitivo de los más desfavorecidos, sin dejar de lado el argumento más importante: la salud pública de los habitantes, una realidad que la ciudadanía padece a raíz de las emisiones contaminantes y que en efecto búmerang se refleja en el aumento del gasto público destinado a tratamientos médicos y hospitalarios.

El interés de los sudcalifornianos va mas allá del debate de quién tiene que invertir, lo que se requiere es la inversión, un capital sustentable que puede ser perfectamente implementado por la iniciativa privada y el generador preponderante, la Comisión Federal de Electricidad, fomentando una matriz de experiencia en el ramo renovable, donde el Centro Nacional de Control de Energía se dé la oportunidad de desarrollar conocimientos de modulación y de aplicación de tecnologías de almacenamiento, visionando al sistema eléctrico de Baja California Sur como ejemplo de vanguardismo y de un futuro de transición del Sistema Eléctrico Nacional.

Actualmente el estado se encuentra entre la incertidumbre y la esperanza. A pesar de que la generación distribuida esta restringida sin justificación cierta, existen inversiones privadas en proceso que encaminan al estado al objetivo de sustentabilidad. Estas inversiones, en conjunto, solo solventarán el déficit energético de los últimos años, por lo que la cuerda se vuelve a estirar con un grado de tensión que, a su vez, también alienta la expectativa de incursión por parte de CFE Generación y del CENACE en el entorno renovable. Con esto se dejaría de lado la excusa de un modelo seguro y ya conocido de producción de electricidad, fomentando un mercado de competencia en la entidad que se reflejaría en beneficios económicos y ambientales tanto para el generador como para el usuario final.

 

Alfonso Félix Larios
Asociación de Energías Renovables de Baja California Sur
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