COLUMNA | ¿Maracanazo eléctrico?

2021-03-12 Víctor Luque
maracanazo electrico
Image by Rogerio Tyszler on Pixabay

Una de las primeras sorpresas en un Mundial de Fútbol sucedió en 1950 y se le conoce como el “MARACANAZO”. El equipo local y favorito del torneo era Brasil -necesitaba un empate para coronarse- quien enfrentó en el último partido al equipo de Uruguay. No obstante que los brasileños se pusieron en ventaja anotando el primer gol del encuentro, el partido terminó con un marcador de 2 a 1 en favor de los uruguayos dándoles el título de campeón.

El sector energético mexicano ha sido predominantemente estatal tanto en hidrocarburos (PEMEX) como en electricidad (CFE). Sin embargo, la apertura hacia la participación de la iniciativa privada desde hace aproximadamente 30 años ha disminuido la participación de mercado de las empresas productivas del estado.

En el caso particular del sector eléctrico, con el paso de los años la iniciativa privada ha tenido una mayor participación -directa/indirecta- con esquemas como los productores independientes de energía, el autoabastecimiento, la generación distribuida, o las subastas eléctricas, tan solo por mencionar algunos de ellos.

Al cierre del año pasado, si bien la capacidad instalada de generación mediante energías limpias era cercana al 30% (este porcentaje incluye geotermia, hidroeléctrica, nuclear, solar y eólica), debido a situaciones macroeconómicas -menor demanda- y operativas -menor factor de planta- este tipo de generación de energía contribuyó tan solo con cerca del 20?l total de la electricidad consumida en México durante 2020.

Si bien nuestro país ha avanzado de manera importante en el sector eléctrico mediante el uso de energías renovables en las últimas décadas, también es una realidad que existe un gran potencial aún por desarrollar. Tanto por la posición geográfica, como por el atractivo que sigue teniendo México como destino de inversión, como por la necesidad de alcanzar la meta del 35% para el 2024, y por las restricciones presupuestales de la CFE, claramente seguirán existiendo oportunidades para el sector privado.

Regresando a 1950, la hazaña del “MARACANAZO” representó para Uruguay su segundo título mundial, mientras que para Brasil significó no poder alzar su primera copa del mundo. Para el futbol brasileño esta derrota en el Estadio Maracaná es el evento deportivo más doloroso que ha vivido su afición, teniendo como protagonista al equipo charrúa y como verdugo a Alcides Ghiggia (el único jugador en la historia que “hizo llorar a una nación”).

Las energías renovables en México -particularmente la solar y la eólica- son las que mayor potencial pueden tener para alcanzar las metas que tenemos como país para mitigar el cambio climático. A pesar de que hoy representen un monto poco significativo (menos del 15% entre ambas) dentro de la matriz de generación, es evidente que tanto para los generadores privados, así como para la CFE con su apuesta por las hidroeléctricas, el futuro de la energía en México debe de ser limpia y preferentemente renovable.

Basta echar un vistazo a los proyectos energéticos que la banca de desarrollo del país tiene en su cartera de crédito, el número de bonos verdes que se han emitido en nuestro país durante la última década, el potencial solar y eólico que existe en nuestro vasto territorio y la cantidad de inversionistas nacionales e internacionales que quieren seguir apostando por México, para redimensionar hacia donde queremos que vaya nuestro país.

El aprendizaje de la derrota de la selección brasileña en Maracaná permitió que 8 años después -jugando la final ahora como visitante en contra de Suecia-, Brasil se convirtiera en campeón del mundo por primera vez, los aficionados al fútbol tuvieran la oportunidad de conocer a “Pelé” -el mejor jugador en la historia-, y el equipo carioca sentó las bases para que al día de hoy sean la única selección nacional que ha levantado el título mundial en 5 ocasiones (Uruguay no ha vuelto a ser campeón del mundo desde el “MARACANAZO”).

Esta analogía entre la “garra charrúa” de Uruguay y el “jogo bonito” de Brasil en 1950, puede ser aplicable a las energías renovables y los combustibles fósiles en la actualidad de México. Considerando como puede verse afectado el despacho eléctrico derivado de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, pareciera que el uso de “fuentes contaminantes” para el medioambiente es el favorito por “jugar de local” en la matriz de generación de nuestro país.

Sin embargo, el cambio climático, los adelantos tecnológicos en energía solar y eólica, la intención de reducir las tarifas eléctricas, los compromisos internacionales para detener el calentamiento global, y principalmente la “garra” de las energías renovables en México, pueden ser factores para que tengamos un “MARACANAZO ELÉCTRICO”.

 

VICTOR LUQUE
Financiamiento Energético
Socio - ATIK Capital
Exconsejero Nafin, Bancomext y Banobras (2014-2019)
Catedrático del ITAM desde 2004